Blinken defiende "la importante diplomacia cara a cara" mientras Pekín habla de "momento crítico" para las relaciones entre ambos países
MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se ha reunido este lunes en Pekín con Wang Yi, el principal asesor de política exterior del presidente chino, Xi Jinping, quien ha destacado que la visita tiene lugar "en un momento crítico" para las relaciones bilaterales.
Blinken ha ensalzado en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter que "continúa la importante diplomacia cara a cara en Pekín" y ha dicho que en la reunión con Wang se han abordado "un abanico de asuntos bilaterales y globales que afectan a la gente en casa y en todo el mundo".
Wang ha subrayado que "es necesario elegir entre el diálogo y la confrontación, entre la cooperación y el conflicto", antes de abundar en que "la Historia siempre avanza y las relaciones entre China y Estados Unidos terminarán por hacerlo", según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores chino en su página web.
"No hay forma de dar la espalda a la rueda de la Historia y es aún menos recomendable empezar de nuevo. Con una actitud de responsabilidad hacia la población, la historia y el mundo, debemos revertir la espiral descendente de las relaciones sino-estadounidenses, empujar para un retorno a un camino saludable y estable y trabajar juntos para hallar un camino correcto para que China y Estados Unidos se lleven bien en la nueva era", ha enfatizado.
Así, ha argumentado que los principales problemas "están arraigados en una percepción errónea de China por parte de Estados Unidos, lo que lleva a políticas erróneas hacia China". "Las relaciones sino-estadounidenses han experimentado subidas y bajadas y es necesario que Estados Unidos reflexione profundamente y trabaje con China para gestionar de forma conjunta las diferencias y evitar las sorpresas estratégicas", ha señalado.
Wang ha hecho hincapié en que "para que las relaciones sino-estadounidenses dejen de caer y se estabilicen, la principal prioridad es aplicar realmente el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado", antes de abundar en la necesidad de "seguir los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación beneficiosa para ambas partes propuestos por Xi".
En este sentido, ha incidido en que "la lógica histórica y la inevitable tendencia del desarrollo y la revitalización de China ha introducido unas características distintivas del estilo de modernización chino y unas ricas connotaciones de la democracia popular durante el proceso", por lo que ha pedido a Washington "que no mire a China desde la postura de que un país firme debe buscar la hegemonía".
"Esto es clave para que la política estadounidense hacia China pueda volver verdaderamente a la objetividad y la racionalidad", ha dicho, antes de reclamar a Washington que "deje de azuzar la teoría de la amenaza china, que retire sus ilegales sanciones unilaterales, que deje de reprimir el desarrollo tecnológico de China y que evite interferir de forma intencionada en sus asuntos internos", con acento especial en la situación en torno a Taiwán.
De esta forma, ha abundado en que "salvaguardar la unidad nacional siempre estará en el centro de los principales intereses de China" y ha agregado que "en este asunto no hay espacio para el compromiso". "Estados Unidos debe ceñirse de forma real al principio de 'una sola China' fijado en tres comunicados conjuntos sino-estadounidenses, respetar la soberanía e integridad territorial de China y oponerse claramente a la 'independencia de Taiwán'", ha destacado.
El encuentro entre Blinken y Wang ha tenido lugar después de que el secretario de Estado estadounidense mantuviera el viernes una reunión "larga, franca, profunda y constructiva" con el ministro de Exteriores de China, Qin Gang, en la que ambas partes decidieron continuar los contactos de alto nivel entre los dos países.
Blinken llegó el domingo a Pekín para rebajar las tensiones entre ambos países, provocadas principalmente por el apoyo de Estados Unidos a Taiwán y por las maniobras militares de China realizadas alrededor de la isla en respuesta, así como por las recientes especulaciones de intentos de espionaje por parte de China.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, manifestó el sábado que espera poder reunirse en los próximos meses con Xi y apuntó que los dirigentes chinos no parecen estar al tanto de los destalles sobre el globo aerostático chino derribado en Estados Unidos en febrero. "China tiene algunas dificultades legítimas que no tienen que ver con Estados Unidos", dijo.