El Kremlin ve la reunión como una "señal positiva"
MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha trasladado este jueves su preocupación por la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania durante un encuentro con su homólogo ruso, Sergei Lavrov.
En una conversación mantenida en el marco de la reunión del Consejo del Ártico en Reikiavik, en Islandia, el secretario habría abordado la presencia militar en las inmediaciones de Ucrania, según ha indicado el portavoz del Departamento, Ned Price, en un comunicado.
Durante las últimas semanas, la comunidad internacional ha alertado en varias ocasiones de la situación en la zona, donde habrían sido desplegadas las fuerzas rusas. El Kremlin, por su parte, ha insistido en que estos movimientos no deben preocupar a terceros países dado que "no los amenaza de manera alguna".
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha señalado que el encuentro supone una "señal positiva". "Sin duda. La conversación en sí, que Lavrov ha calificado de constructiva, es un hecho que merece una valoración positiva, si bien es evidente que el proceso no va a ser fácil", ha dicho.
El portavoz de la Presidencia rusa ha constatado sin embargo la existencia de "un gran número de problemas" en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, pero ha reconocido que las conversaciones entre Lavrov y Blinken "ayudarán en el análisis que se está haciendo en Moscú con respecto al encuentro entre los presidentes", según ha recogido la agencia Sputnik.
Peskov ha dejado claro, además, que el presidente, Vladimir Putin, ya está al tanto del contenido de las conversaciones entre las partes. "El ministro de Exteriores enseguida informa al presidente de todos sus contactos", ha aseverado.
Por otra parte, ha valorado positivamente la decisión de Washington de retirar las sanciones impuestas contra la empresa Nord Stream 2 AG, su consejero delegado Matthias Warnig y otros ejecutivos.
El proyecto Nord Stream 2 tiene por objetivo la puesta en marcha de un gasoducto que transportaría hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año desde Rusia a Alemania, pasando por las aguas territoriales o las zonas económicas exclusivas de Dinamarca, Finlandia, Alemania, Rusia y Suecia. Estados Unidos, no obstante, se opone a la construcción del mismo.