MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Exteriores de Bolivia ha calificado de "desafortunada injerencia" las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien ha pedido la puesta en libertad de la expresidenta Jeanine Áñez, detenida por su autoproclamación como presidenta tras la salida del país de Evo Morales en noviembre de 2019.
"Ese tipo de pronunciamientos son una desafortunada muestra de injerencia en asuntos internos" que "no contribuyen a desarrollar una relación de mutuo respeto entre nuestros Estados", ha apuntado la Cancillería boliviana en un comunicado.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores señala que este tipo de declaraciones transgrede el principio de no injerencia previsto en el Artículo I, numeral 2, del Convenio Marco de Relaciones Bilaterales de Mutuo Respeto y Colaboración suscrito entre los Estados Unidos de América y el Estado Plurinacional de Bolivia, el 7 de noviembre de 2011", recuerda el comunicado.
Asimismo, La Paz destaca que el país "recuperó la democracia a partir de la asunción al mando del presidente Luis Arce Catacora, el 8 de noviembre de 2020, reponiéndose la plena vigencia de los derechos y garantías constitucionales y los definidos por el derecho internacional de los derechos humanos".
Bolivia remarca, además, su predisposición para mantener y fortalecer relaciones de amistad con toda la comunidad internacional, con base en el respeto a su soberanía y autoderminación.
El sábado Blinken expresó su preocupación ante indicios de "comportamiento antidemocrático". "Hacemos un llamado al Gobierno boliviano para que deje claro su apoyo a la paz, la democracia y la reconciliación nacional, incluso liberando a los exfuncionarios detenidos en espera de una investigación independiente y transparente", apuntó Blinken.
"Estados Unidos está profundamente preocupado por los crecientes signos de comportamiento antidemocrático y la politización del sistema legal en Bolivia a la luz del reciente arresto y encarcelamiento preventivo de ex funcionarios del gobierno interino", añadió.
Esta semana, sin ir más lejos, la Oficina Jurídica de la Mujer ha denunciado "graves atropellos" y "acciones ilegales" en el arresto de la expresidenta Jeanine Áñez, que permanece cumpliendo prisión preventiva en la cárcel de Miraflores, recuerda Washington.
Según el organismo, Áñez está "siendo sometida a abusos de poder que degradan su dignidad humana y violan sus Derechos Humanos, con acciones ilegales", entre las que se incluye el allanamiento de su casa y detención "a altas horas de la noche" sin contar con una orden judicial, detallan.
Estas supuestas acciones "ilegales" que enumeran "constituyen tortura, trato cruel, inhumano y degradante", por lo que exigen a la Justicia "actuar en independencia" y liberar inmediatamente a la expresidenta.
La exmandataria, encarcelada por su papel en el marco de la crisis postelectoral de 2019, se declaró en huelga de hambre porque "no quiere luchar". Se encuentra a la espera de juicio. La semana pasada, la Justicia boliviana amplió la prisión preventiva de Áñez de cuatro a seis meses mientras avanza la investigación en su contra por presunta sedición, conspiración y terrorismo.
Así las cosas, Estados Unidos ha decidido sumarse "a las numerosas declaraciones de la Unión Europea, la Conferencia de Obispos Católicos de Bolivia y las organizaciones bolivianas e internacionales que han planteado públicamente serias dudas sobre la legalidad de estas detenciones".
Si bien Estados Unidos celebra "el éxito democrático de las elecciones de octubre con el pueblo boliviano", también lamenta que "los recientes arrestos de funcionarios del gobierno interino no están en consonancia con los ideales democráticos de Bolivia: desacreditan los extraordinarios esfuerzos de tantos votantes, candidatos y servidores públicos bolivianos que permitieron las elecciones nacionales de octubre de 2020".