Actualizado: sábado, 25 marzo 2017 1:01


LA PAZ, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Comunicación de Bolivia, Gisela López, ha denunciado este viernes la retención de dos periodistas de la cadena estatal Bolivia TV por parte de las autoridades chilenas en el aeropuerto internacional Diego Aracena de Iquique, en el norte de Chile, cuando trataban de informar acerca de la situación de los nueve funcionarios detenidos en el país.

En rueda de prensa, López ha explicado sobre las 13.00 horas, la periodista Sandra Mariscal y el camarógrafo Erick Condorena fueron retenidos en la oficina de Migración de la terminal y obligado, al menos uno de ellos, a comprar un billete de vuelta a Bolivia.

"Estaban aterrizando, viajaban con la misión de indagar periodísticamente cuál es la situación en la que se encuentran nuestros compatriotas cuando han sido injustamente detenidos", ha señalado la ministra, según recoge la agencia estatal de noticias ABI.

López ha subrayado que se trata de una "violación a un derecho fundamental" que tienen los "ciudadanos y ciudadanas" que ejercen "el oficio de las comunicaciones".

La ministra ha señalado que las autoridades nacionales decomisaron sus documentos, fotografiaron todas sus pertenencias y "prácticamente" obligaron a Mariscal a "firmar un documento en el que ella se compromete a no ejercer el periodismo", permitiéndole la entrada "sólo como turista".

Por su parte, Condorena fue retenido y, según declaraciones de su compañera, ha sido enviado de vuelta a Bolivia.

"Nos despierta mucha susceptibilidad la obstrucción en el ejercicio de este oficio a pesar de que existe un Derecho internacional que lo protege", ha concluido la ministra.

Este incidente se suma a la ya tensión existente entre los dos países, no sólo inmersos en una serie de disputas territoriales que han llegado a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), sino también en un conflicto diplomático generado por la detención de nueve funcionarios bolivianos en suelo chileno.

Una jueza chilena ha ordenado este miércoles el ingreso en prisión preventiva de los dos militares y siete empleados de la administración aduanera de Bolivia que fueron detenidos el pasado fin de semana en la frontera común mientras realizaban tareas relacionadas con la lucha contra el contrabando.

Este miércoles se ha celebrado en un juzgado de la localidad chilena de Pozo Almonte la primera audiencia por este caso. La Fiscalía ha acusado a los efectivos bolivianos de contrabando, robo con violencia y porte ilegal de arma fuego.

Esto cargos acarrean sentencias de hasta diez años de cárcel, una pena elevada que ha motivado a la jueza a dictar prisión preventiva para todos los acusados hasta que concluya la investigación, para lo cual ha dado 120 días de plazo. Mientras, la defensa de los bolivianos apelará la orden de prisión en un plazo de cinco días.

El Gobierno de Evo Morales sostiene que los funcionarios estaban inspeccionando unos camiones chilenos en el lado boliviano de la frontera, porque tenían información de que transportaban mercancía de contrabando, cuando agentes de Carabineros intervinieron y les detuvieron.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha desmentido esta versión y ha indicado que "las nueve personas detenidas estaban en territorio chileno cometiendo delitos". "Se habían robado uno y querían robarse nueve camiones con productos", dijo en una rueda de prensa.

La semana pasada, ambos países ya tuvieron una crisis porque, según Bolivia, las autoridades chilenas obligaron a retirar la bandera del consulado de Antofagasta, si bien La Moneda sostiene que en realidad no era una oficina consular.

Esta escalada de tensión ha precedido a la entrega de la réplica de La Paz a la memoria de Santiago sobre la demanda presentada ante la CIJ para que Chile devuelva a Bolivia una salida soberana al océano Pacífico.

La delegación boliviana completó este trámite procesal el 21 de marzo en La Haya mientras en la nación andina se celebraba una serie de rituales, encabezados por Morales, para garantizar el éxito de la demanda contra Chile.

DISPUTA TERRITORIAL

El conflicto territorial se remonta a 1879, cuando Bolivia perdió su salida al Pacífico en la guerra que mantuvo con Chile, que culminó con el Tratado de Paz y Amistad de 1904, sobre el derecho de libre tránsito de mercancías bolivianas hacia y desde puertos en este océano.

Chile asegura que con el acuerdo de paz --que fue ratificado por ambos parlamentos 20 años después-- se establecen las fronteras, también las marítimas, de las naciones combatientes, por lo que no ha lugar a ninguna disputa territorial.

Bolivia argumenta que el acuerdo de paz es "injusto, incumplido e impuesto" y ha rechazado la intangibilidad de los tratados internacionales, recordando que Estados Unidos se avino a superar el firmado en 1903 con Panamá.

En un intento por destrabar el conflicto bilateral, el Gobierno de Morales firmó en 2006 un agenda de 13 puntos para iniciar las negociaciones sobre la salida marítima para Bolivia con el Ejecutivo chileno, entonces también encabezado por Bachelet.

No obstante, el diálogo nunca llegó a iniciarse, más allá de las reuniones de trabajo, por lo que finalmente el 24 de abril de 2013 el Gobierno boliviano presentó una demanda en la CIJ para exigir su salida al mar a Chile.

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