MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha reconocido que como diputado actuó de manera "inmoral" cuando recibió el subsidio para vivienda del Congreso ya que disponía de una residencia en Brasilia, pero se ha excusado en que no era ilegal.
"Recibí la asistencia para vivienda de la Cámara, sí", ha reconocido Bolsonaro, quien ha revelado que a pesar de contar con un apartamento en el suroeste de Brasilia de unos 75 metros cuadrados, se benefició del que ofrece el Congreso, de unos 300 metros cuadrados.
"El apartamento era mío, lo compré, pagué y recibí el subsidio de vivienda, sí. No es ilegal, puede ser inmoral", ha dicho en una entrevista de más de cinco horas para un podcast de Internet de la que se ha hecho eco el diario 'Folha de Sao Paulo'.
"Pero yo vivía de mi salario, tenía otros gastos que... Ahora, por ejemplo, no pagaría la cuota del condominio del apartamento de la Cámara. Allá en lo mío, pagaba condominio. Estoy de acuerdo contigo, era inmoral", ha reconocido Bolsonaro.
El apartamento a nombre de Bolsonaro fue comprado a finales de la década de 1990, cuando por entonces era diputado y recibía la asistencia para vivienda de la Cámara de Diputados, la cual se otorga a aquellos que no disponen de vivienda alguna en Brasilia.
En 2018, el diario 'Folha de Sao Paulo' reveló que él y uno de sus hijos, el diputado federal Eduardo Bolsonaro recibieron 6.167 reales (1.176 euros aproximadamente) de las arcas públicas destinadas a esta prebenda parlamentaria a pesar de disponer de un alojamiento en la capital brasileña.
Hasta en enero de ese año, cuando se hizo público el asunto, Bolsonaro había estado recibiendo este beneficio de manera ininterrumpida desde octubre de 1995, mientras que el hijo dispuso de esa ayuda desde octubre de 2015. Ambos se han embolsado un total de 730.000 reales (unos 139.000 euros).
Durante la entrevista, Bolsonaro no ha dejado pasar la ocasión de volver a poner en duda la fiabilidad de las urnas electrónicas, contra las que mantiene una particular cruzada desde que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva recuperara sus derechos políticos y se erigiera como principal favorito para las elecciones generales previstas para el próximo 2 de octubre.
A su vez, también ha criticado las investigaciones en su contra que tiene en el Tribunal Supremo, algunas de las cuales han sido abiertas por el juez Alexandre de Moraes, a quien ha acusado de ser él y su "pandilla" quienes deciden lo que son o no noticias falsas, en referencia a una de estas causas.
En relación a la media docena de causas que Bolsonaro tiene abiertas, cinco de ellas en el Supremo y otra en el Tribunal Superior Electoral (TSE), ha asegurado que no está interesado en la inmunidad a la que podría acogerse gracias a la propuesta de enmienda a la Constitución con la que a los expresidentes se les garantiza un puesto vitalicio como senadores.
"No estoy interesado en eso, van a decir que estoy pidiendo un respiro (...). No quiero esa inmunidad", ha asegurado.