La OIM eleva a más de un millón el número de personas desplazadas desde el comienzo de la ofensiva por arrebatar Mosul a Estado Islámico
MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras advierte del trauma y el hambre que sufre la población en la Ciudad Vieja de Mosul, sometida a una guerra que ya ha causado más de un millón de desplazados desde el comienzo de la ofensiva en octubre de 2016, según cifras publicadas este jueves por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Los bombardeos y la falta de suministros condenan a las personas que permanecen en la Ciudad Vieja de Mosul, el reducto donde se ha acorralado a Estado Islámico, a sufrir hambre y traumas por la violencia, según han denunciado organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF), cuyo hospital, el segundo activo en la zona, ha atendido a más de 100 personas en apenas dos semanas.
"Mi nieta murió por inanición y también he tenido que enterrar a mi nieto, que recibió el impacto de un mortero. Los sepulté juntos en el jardín", ha explicado una mujer anciana a MSF.
El 23 de junio, MSF abrió un hospital a apenas cuatro kilómetros de la línea de frente en el oeste de Mosul --solo hay dos activos en esa zona--. En apenas dos semanas ya ha atendido a más de 100 pacientes, la mayoría por heridas de guerra. "Tratamos a personas que presentan desde lesiones de guerra a causa de armas de fuego y explosiones hasta quemaduras y huesos rotos por el derrumbe de estructuras", ha explicado la coordinadora de emergencias de MSF en el oeste de Mosul, Stephanie Remion.
Entre las personas asistidas se han registrado 20 mujeres y 25 niños en muy mal estado de salud. "Todos los días, nuestros equipos brindan asistencia a pacientes de la Ciudad Vieja, muchos son mujeres y niños", ha contado Remion.
De las 100 personas atendidas, 13 tenían heridas que hacían peligrar su vida y más de 50 podrían haber muerto si no hubieran recibido tratamiento médico.
Sin embargo, la organización teme que las personas más enfermas y con mayores heridas permanezcan atrapadas en la ciudad sin acceso a asistencia médica. A finales de marzo, Naciones Unidas estimó que cerca de 400.000 personas no tenían posibilidad de huir de la Ciudad Vieja.
"A pesar de los esfuerzos del personal de las unidades de estabilización de trauma en las líneas de frente y de los conductores de ambulancias, el número de pacientes es comparativamente bajo en relación a los miles de residentes que se piensa que están atrapados en la zona de conflicto. Nuestro mayor temor es que muchos de los casos más urgentes estén muriendo en el campo de batalla sin ser capaces de acceder a los hospitales", ha concluido Remion.
HISTORIAS DE HAMBRE Y DESTRUCCIÓN
"Tratamos de convencer a los niños de que coman pasta de tomate. Hervíamos harina en agua, el arroz que teníamos estaba tan sucio que ni siquiera los animales querían comerlo", ha relatado una anciana atendida por MSF, quien ha asegurado haber perdido casi la mitad de su peso desde el comienzo de la ofensiva.
Organizaciones humanitarias que operan en el terreno han denunciado la violencia y la destrucción de la guerra, que han llegado a comparar con "la Segunda Guerra Mundial". "La gente moría a causa de los bombardeos y ataques aéreos todos los días. No sabemos de dónde provenían", ha declarado una anciana atendida por MSF que ha conseguido huir recientemente de la Ciudad Vieja.
Según datos actualizados este jueves por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) desde el comienzo de la operación en octubre de 2016, 1.034.670 personas han tenido que desplazarse de sus hogares y 821.638 todavía no han podido regresar.
Mosul ha sido el principal bastión de Estado Islámico en Irak, ocupado por el grupo terrorista desde mediados de 2014. A finales de junio, el portavoz de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en Siria e Irak, Ryan Dillon, aseguró que la liberación de Mosul era "cuestión de días", y mandos iraquíes auguraron que el fin de la guerra llegaría durante esta misma semana.