MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha condenado este jueves la retirada de la estatua del colonialista Cecil Rhodes de la Universidad de Oxford y ha asegurado que el monumento ayuda a "entender el pasado con sus imperfecciones".
En plena polémica por la presencia de estatuas y monumentos racistas y colonialistas en varios países a raíz de las protestas registradas tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía de Mineápolis, el mandatario ha dicho no estar de acuerdo con la decisión tomada por la institución.
"Si vamos por ahí tratando de editar nuestra Historia de esta forma es como si algún político tratara de modificar una entrada de Wikipedia", ha lamentado, según informaciones del diario 'The Guardian'. Se trata de la misma postura que ha mantenido Johnson ante los daños causados a la estatua de Winston Churchill hace unas semanas durante unas protestas en Londres, la de "preservar la Historia" con "todos sus matices".
A mediados de junio, miles de personas se reunieron frente a las puertas del Oriel College, uno de los centros educativos de la Universidad de Oxford, para exigir la retirada de la estatua dedicada al que fuera uno de los mayores personajes de la historia colonial británica.
La reivindicación se ha producido días después de que en Bristol fuera arrojada al río otra estatua, la del comerciante y traficante de esclavos Edward Colston. "Nadie va a sentir su pérdida", dijo el alcalde de la ciudad, Mavin Rees, hijo de un inmigrante jamaicano.
El acto en las calles de Oxford fue secundado por casi una treintena de concejales laboristas que enviaron una carta a la Universidad de Oxford pidiendo la retirada de la estatua pues es "incompatible" con el "compromiso de la ciudad con el antirracismo".
Rhodes fue un empresario y político del siglo XIX que se hizo rico gracias a la explotación de los yacimientos de diamantes en Sudáfrica. Paradigma del capitalismo colonial africano, intentó sin éxito construir una línea de ferrocarril desde Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, hasta El Cairo, en Egipto, y creó el país que tras su muerte heredaría su nombre, Rodesia, las actuales Zambia y Zimbabue.