El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel. - -/European Council/dpa
MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Josep Borrell, ha asegurado este sábado que las sanciones internacionales contra Rusia por invadir Ucrania están "surtiendo efecto" y ha pedido "paciencia estratégica" sobre la crisis energética resultante porque "es el precio a pagar para defender la democracia".
"Las sanciones requieren paciencia estratégica porque puede tomar mucho tiempo para que tengan el efecto deseado", ha explicado Borrell en su blog personal en un texto en el que ha recordado que, desde el principio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, Bruselas ha adoptado seis paquetes de sanciones contra Moscú, dirigidas a casi 1200 personas y casi 100 entidades en Rusia.
Borrell ha defendido que las sanciones, entre ellas las restricciones a la compra del petróleo ruso, "siguen siendo un importante instrumento de acción política".
El máximo diplomático de la UE ha reconocido que "Rusia puede vender su petróleo a otros mercados pero este beneficio está limitado por el hecho de que Rusia se ve obligada a ofrecer grandes descuentos por cada barril", antes de indicar que esta restricción "libera a Europa de su dependencia energética de Rusia", un tema largo tiempo sobre la mesa de Bruselas.
"Reducir nuestra dependencia energética estructural de Rusia importa mucho porque esta dependencia ha sido un obstáculo para desarrollar una política europea fuerte frente a las acciones agresivas de Moscú", se ha extendido en este sentido, en lo que ha descrito como un proceso europeo de "desintoxicación" de la energía rusa.
"Al romper con su dependencia energética, en consonancia con su ambición climática, la UE está aprendiendo que la interdependencia no siempre es un instrumento neutral y beneficioso para todos", ha manifestado.
Borrell ha defendido la eficacia de las sanciones contra Rusia, que está intentando sustituir ahora las importaciones por productos nacionales; una política relativamente exitosa en el sector agrícola pero "mucho más difícil de lograr" en productos de alta tecnología.
"Las sanciones a las importaciones de semiconductores, por ejemplo, tienen un impacto directo en las empresas rusas que producen productos electrónicos de consumo, computadoras, aviones, automóviles o equipos militares", ha puesto Borrell como ejemplo.
El diplomático ha avisado de que la guerra "será larga" y la "prueba" dura, pero "permitir que Rusia prevalezca significaría permitir la destrucción de las democracias y la base misma del orden mundial basado en normas internacionales".
A los países más vulnerables a la crisis, como los africanos, Borrell ha tendido la mano de la UE. "Estamos listos para ayudar con cualquier dificultad que puedan encontrar en relación con nuestras sanciones, al tiempo que los insto a no dejarse engañar por las mentiras y la desinformación de las autoridades rusas con respecto a este tema", ha manifestado.
"Dado que no queremos ir a la guerra con Rusia, las sanciones económicas y el apoyo de Ucrania están en el centro de esta respuesta. Y nuestras sanciones empiezan a surtir efecto y lo harán aún más en los próximos meses", ha concluido.