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El Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, hace declaraciones ante la prensa antes del Consejo de Asuntos Exteriores en Bruselas - FRANCOIS LENOIR/UNIÓN EUROPEA
BRUSELAS 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha defendido este lunes suspender el diálogo con Israel en respuesta a las violaciones de Derechos Humanos en su ofensiva en la Franja de Gaza, asegurando que sirve como presión para frenar la guerra en Gaza y Líbano.
"Ya no hay palabras para describir lo que pasa en Oriente Próximo", ha asegurado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en declaraciones a su llegada a la reunión de ministros de Exteriores de la UE, en la que en principio será, en principio, su último Consejo de Asuntos Exteriores antes de abandonar el cargo y dejar paso a la ex primera ministra de Estonia Kaja Kallas.
Sobre la mesa de los 27 estará la decisión de suspender el diálogo político con Israel, invocando la cláusula de Derechos Humanos del acuerdo de Asociación, que rige las relaciones entre Israel y el bloque. Borrell sigue la demanda de España e Irlanda, que a principios de 2024 reclamaron que la UE valorase si Israel cumple el acuerdo de asociación en su ofensiva en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Pero no solo alude a esta petición, sino también a las continuas discusiones en el seno de la UE sobre la evolución de los acontecimientos y a los informes del Representante Especial de la UE para Derechos Humanos, que "suscitan serias preocupaciones sobre posibles infracciones del Derecho Internacional Humanitario en Gaza", tras una ofensiva que rebasa el año y ronda los 44.000 muertos en la Franja, con el 70 por ciento de las víctimas siendo niños y mujeres.
"Hay que poner presión sobre Israel, por eso hay propuestas concretas sobre la mesa para ver si lo que sucede en Gaza es acorde con el Derecho Internacional", ha señalado el jefe de la diplomacia europea, insistiendo en que la comunidad internacional también debe hacer lo propio con Hamás para que libere a los rehenes tomados el 7 de octubre.
La iniciativa busca mandar un mensaje político a Israel de que la UE censura sus acciones y desde la diplomacia europea defienden que Borrell siempre ha abogado por que "las acciones deben tener consecuencias".
Antes de la cita, España ha trasladado su apoyo "pleno" a la medida. "Creemos que es importante que la Unión Europea se tome en serio y transmita que se toman en serio los valores que preconiza. La situación en Gaza sigue siendo desastrosa e inaceptable", ha valorado el secretario Estado de Asuntos Exteriores, Diego Martínez Belío.
De lado de Bélgica, Hadja Lahbib, ha defendido que la defensa del Derecho Internacional tiene que ser la "brújula" de la UE en el caso de la Franja de Gaza, ya que la UE se juega sus principios y su credibilidad internacional. "Debemos convocar un Consejo de Asociación con Israel, es un importante socio y si queremos fortalecer la relación tenemos que asegurar que la relación respeta todos sus componentes, incluyendo el artículo 2 sobre Derechos Humanos", ha añadido.
De todos modos, el debate se presenta de alto voltaje y con poco margen de avanzar por la negativa expresada ya por un puñado de Estados miembros que consideran que no es el mejor paso para tratar de aliviar la situación en Oriente Próximo.
Uno de los ministros críticos ha sido el titular de Exteriores neerlandés, Caspar Veldkamp, quien ha defendido "mantener la puerta abierta" con Israel y ha censurado un "giro de 180 grados" de Borrell, porque hasta ahora la UE buscaba que Israel se sentara en el Consejo de Asociación. Así, ha enmarcado la propuesta en la última reunión del político español, esperando que Kallas pueda renovar el diálogo con Tel Aviv.
Fuentes diplomáticas han explicado a Europa Press que al menos seis Estados miembro están en contra de esta propuesta y señalan que se trata de una maniobra de Borrell, que actúa como un "pato totalmente cojo", en referencia a que vive sus últimos días en el puesto y ha perdido toda autoridad.