BRUSELAS, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha reclamado este jueves "flexibilidad" al presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el primer ministro kosovar, Albin Kurti, para avanzar en la normalización de las relaciones y dejar atrás las recientes tensiones en el norte de Kosovo con el bloqueo de pasos fronterizos.
Antes de la reapertura del diálogo entre Belgrado y Pristina que tiene lugar este jueves en Bruselas, después de más de un año sin encuentros al más alto nivel, el jefe de la diplomacia comunitaria ha recibido a ambos líderes, enviando un mensaje positivo para que las conversaciones consigan progresos.
"Las tensiones recientes en el norte de Kosovo demuestran una vez más que es hora de avanzar en la total normalización. Espero que los líderes estén abiertos y sean flexibles para encontrar terreno común", ha subrayado el Alto Representante en un mensaje en redes sociales tras recibir a Vucic y Kurti en la capital comunitaria.
La cita viene marcada por los bloqueos de pasos fronterizos de la comunidad serbia en protesta por la aplicación de una ley --ya pospuesta por un mes-- por la cual las personas provenientes de Serbia que entrasen en Kosovo debían entregar sus documentos de identidad, que serían reemplazados por otros emitidos en Pristina.
El último cara a cara entre Vucic y Kurti en Bruselas se remonta a junio de 2021, cuando el dirigente kosovar viajó por primera vez a la capital comunitaria meses después de ser elegido primer ministro. Entonces, el encuentro sirvió para escenificar la reanudación del proceso, pero no produjo resultados concretos. En aquella ocasión, Borrell instó a las partes a aprovechar el impulso de la UE con la región de los Balcanes y pidió enfocarse en generar resultados.
La UE percibe el diálogo entre Belgrado y su antigua provincia no solo como un paso ineludible para normalizar las relaciones tras la independencia de Kosovo de 2008, que varios Estados miembros del bloque, entre ellos España no reconocen, sino para poner las bases para la senda europea de ambos y forjar una estabilidad política y económica a largo plazo en toda la región de los Balcanes.
Con todo, las conversaciones han vivido distintas fases sin llegar a ningún acuerdo de calado desde que arrancaran hace ya más de una década. En este periodo se han vivido lapsos de hasta año y medio sin encuentros ante la incertidumbre política en la región.