Borrell ve un gesto de "buena voluntad" en el alto el fuego anunciado por Turquía y Rusia en Idlib

Josep Borrell en Bruselas
Josep Borrell en Bruselas - Thierry Roge/BELGA/dpa
Publicado: viernes, 6 marzo 2020 11:17

Los 27 discuten aumentar la ayuda a Turquía pero critican a Ankara que use a los refugiados para presionar

BRUSELAS, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha celebrado este jueves el alto el fuego acordado hace unas horas entre Turquía y Rusia para la provincia siria de Idlib (noroeste del país) porque cree que es un gesto de "buena voluntad", aunque se ha mostrado cauto hasta ver "cómo funciona".

"Claro que me alegro por el alto el fuego, es una buena noticia", ha declarado a la prensa en Zagreb, a su llegada a una reunión extraordinaria de ministros de la UE para discutir sobre la crisis en Idlib tras la última ofensiva del régimen sirio con el apoyo de fuerzas rusas.

"Cuanto menos es una muestra de buena voluntad, pero vamos a ver cómo funciona", ha añadido el jefe de la diplomacia europea, quien ha subrayado que este acuerdo es una "precondición" para aumentar la ayuda humanitaria en la zona.

Borrell ha concedido que los Veintisiete no tienen la "capacidad" de intervenir para ayudar a que el alto el fuego se haga permanente y ha dicho que la UE debe "concentrar sus esfuerzos" en la vertiente humanitaria de la crisis.

Preguntado por si el bloque debería mejorar sus relaciones con Moscú, Borrell se ha preguntado también si esa sería la solución y ha dicho que para la UE el interés es mejorar las relaciones tanto con Rusia como con Turquía y que de ello hablarán los ministros de Exteriores reunidos en Zagreb.

Los jefes de las diplomacias europeas también discutirán sobre el apoyo europeo a Ankara en la acogida de refugiados en su territorio, aunque Borrell ha avisado de que para ello el régimen de Erdogan debe relajar la presión migratoria sobre Grecia.

"Turquía soporta una gran carga, cuatro millones de personas, tenemos que entenderlo. Pero al mismo tiempo, no podemos aceptar que los refugiados sean usados como fuente de presión", ha zanjado.

Tras la llamada 'crisis de refugiados' en 2015, la Unión Europea negoció con Erdogan un acuerdo migratorio que se selló en marzo de 2016 y por el que Ankara se comprometió a frenar el paso de refugiados y migrantes irregulares hacia suelo europeo a cambio de un fondo de ayuda dotado con 6.000 millones de euros.

Se trata de fondos destinados a costear la acogida de los refugiados y a cubrir sus necesidades básicas a través de programas que no dependen directamente del Gobierno turco sino de organizaciones terceras. Cuatro años después, la UE ha comprometido 4.700 millones del fondo, de los que 3.200 millones han sido ya desembolsados.

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