SARAJEVO, 21 Nov. (Reuters/EP) -
Bosnia ha celebrado este sábado el vigésimo aniversario de los acuerdos de paz firmados en Dayton (Ohio, Estados Unidos) que pusieron fin a la guerra y dieron paso a una era de división étnica entre bosnios, serbios y croatas, traducida en las dos entidades actuales, la Federación de Bosnia y Herzegovina y la República Serbobosnia, que perdura hasta hoy.
A pesar de dos décadas de paz y miles de millones de dólares en ayuda exterior, los partidos nacionalistas siguen en el poder y sus objetivos, consideran los analistas, no han cambiado desde los tiempos de la guerra.
Así, mientras los bosniacos (bosnios musulmanes) aspiran a un estado centralizado, muchos croatas siguen soñando con consolidar una nueva entidad. Los serbios, por su parte, se resisten a cualquier intento de concentración y amenazan con frecuencia con la secesión.
En este contexto, el aniversario se ha celebrado de manera algo enmudecida por un sistema que, denuncian los críticos, no ha hecho más que alimentar la corrupción y ralentizado las reformas para acabar con los elevadísimos índices de desempleo.
Las potencias occidentales intentan sin éxito revertir esta tendencia a través de la promesa, muy lejana, de una futura incorporación a la UE. Sin embargo, el enviado para la paz en Bosnia, Valentin Inzko, reconoce enormes problemas internos a resolver. "La gente quiere algo más que paz, y tienen toda la razón del mundo", ha declarado.
Uno de sus predecesores en el cargo, el británico Paddy Ashdown, da casi por imposible que Bosnia pueda convertirse alguna vez en un estado centralizado. "Pero, no obstante, puede ser un estado viable", ha prescisado, siempre y cuando se respeten los acuerdos de Dayton, considerados todavía como "la piedra de toque que ha construido el país que se conoce hoy".