BERLÍN, 23 Jul. (DPA/EP) -
El Alto Representante para Bosnia y Herzegovina de Naciones Unidas, Valentin Inzko, ha decretado este viernes una penalización por negar el genocidio de Srebrenica de 1995, que implicó la muerte de al menos 8.000 personas musulmanas a manos de las fuerzas serbobosnias, y por glorificar a criminales de guerra condenados en Bosnia y Herzegovina.
Los anteriores intentos de consagrar una norma de este tipo habían fracasado en el Parlamento de Bosnia, principalmente debido a la oposición de los políticos de etnia serbia. La nueva modificación del Código Penal entrará en vigor el 31 de julio, según Inzko.
La negación del genocidio se castigará con hasta tres años de prisión en el país. Si el autor es un funcionario público, podrán añadirse tres años más de prisión, y otros tres si la acción va acompañada de amenazas e insultos.
Por su parte, quienes concedan premios y honores públicos a criminales de guerra condenados también se enfrentan a tres años de prisión.
La Oficina del Alto Representante se creó por el acuerdo de paz de Dayton de 1995, que puso fin a la guerra de Bosnia. La persona al cargo debe apoyar la reconstrucción del país y, para ello, puede intervenir en la vida política, aprobar y derogar leyes y destituir a políticos. Inzko ha ocupado el cargo desde 2009, pero lo dejará a finales de mes. Su sucesor será el exministro de Agricultura alemán Christian Schmidt.