BRASILIA 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno brasileño se ha mostrado "profundamente consternado" por la ejecución de uno de sus ciudadanos, Rodrigo Gularte, en Indonesia junto a otros siete reos condenados por narcotráfico y ha advertido de que se trata de un "hecho grave" para las relaciones bilaterales.
"El Gobierno brasileño ha recibido con profunda consternación la noticia de la ejecución en Indonesia de Rodrigo Gularte por el crimen de tráfico de drogas", ha dicho el Palacio de Planalto a través de un comunicado.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, envió una carta a su homólogo indonesio reiterando su petición de que la pena de muerte fuese conmutada, "a la vista del cuadro psiquiátrico de Gularte". "Pero lamentablemente, las autoridades indonesias no fueron sensibles a este llamamiento de carácter esencialmente humanitario", ha criticado.
También ha destacado que, "a lo largo de los diez años que Gularte estuvo preso en Indonesia, el Gobierno brasileño le ha dado la debida asistencia consular y ha seguido sistemáticamente su situación jurídica para buscar alternativas legales a la pena de muerte".
Planalto ha subrayado que Gularte "es el segundo brasileño ejecutado en Indonesia después del fusilamiento de Marco Archer Cardoso Moreira el 18 de enero", lo que "constituye un hecho grave en el ámbito de las relaciones entre los dos países".
Así las cosas, el gigante suramericano ha reiterado su voluntad de "continuar, en las organizaciones internacionales de Derechos Humanos, con sus esfuerzos para la abolición de la pena de muerte".
OCHO EJECUCIONES
Las autoridades de Indonesia han ejecutado mediante un pelotón de fusilamiento este martes a ocho de los nueve presos condenados a muerte por delitos de tráfico de drogas, según ha informado el diario 'The Jakarta Post' en su edición digital.
"Hemos llevado a cabo las ejecuciones", ha informado un responsable de la Fiscalía General indonesia. La presa filipina Mary Jane Festa Veloso, que también figuraba entre los condenados, se ha librado del pelotón de fusilamiento porque una mujer se ha entregado a la Policía asegurando que fue ella quien la reclutó para que traficara con drogas.
Los ocho presos que han sido ejecutados, además de Gularte, son el indonesio Zainal Abidin, los australianos Andrew Chan y Myuran Sukumaran, los nigerianos Sylvester Obiekwe Nwolise, Raheem Agbaje Salami y Okwudili Oyatanze, y el ghanés Martin Anderson.