Un niño monta su bicicleta por una calle pintada con la bandera de Brasil
PILAR OLIVARES / REUTERS
Actualizado: miércoles, 25 noviembre 2015 5:26


BRASILIA, 25 Nov. (Reuters/EP) -

Brasil considera retrasar el aumento del sueldo mínimo el próximo año para reducir la presión sobre las cuentas públicas, aún cuando la medida sería impopular y necesitaría de un cambio de la ley, según han avanzado este martes tres fuentes con conocimiento de las discusiones.

De cara a una severa recesión, la presidenta del país, Dilma Rousseff, busca cerrar un déficit fiscal creciente como parte de su campaña por recuperar la confianza de los inversores en la que una vez fue una boyante economía.

Su equipo económico está analizando una propuesta para retrasar durante varios meses el reajuste de enero del salario mínimo, que sumaría 40.000 millones de reales (10.820 millones de dólares) en gasto extra el próximo año, según ha explicado a Reuters un colaborador de Rousseff.

El aumento del salario mínimo está ligado a una serie de beneficios por desempleo y pensiones, lo que significa que cualquier incremento elevaría significativamente el gasto público.

La ley actual ordena que el Gobierno suba el sueldo mínimo cada año en enero según la inflación del año previo y el crecimiento económico de los dos años anteriores.

Aún frente a la posibilidad de un ahorro inmediato, retrasar el reajuste será demasiado costoso políticamente para Rousseff, cuya popularidad está en el nivel más bajo de cualquier líder brasileño en 30 años, tal y como añade el ayudante y otro funcionario con conocimiento sobre el asunto.

Un retraso también requeriría cambiar la legislación en un momento de fuertes tensiones entre Rousseff y su alianza amplia en el Congreso, de acuerdo con una tercera fuente legislativa que participó en conversaciones con funcionarios gubernamentales sobre las opciones para reforzar el ahorro.

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