MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Ciencia y Tecnología de Brasil, Marcos Pontes, ha anunciado este lunes que a nombrado al militar Darcton Policarpo Damiao para dirigir "temporalmente" el Instituto Nacional del Investigaciones Especiales (INPE), responsable de datos de deforestación en el país.
Damiao reemplazará a Ricardo Galvao, quien fue destituido el pasado viernes después de que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, asegurara que los datos oficiales sobre la deforestación de la selva amazónica eran falsos.
Pontes ha señalado a través de un vídeo publicado en las redes sociales que Damiao es "una persona de confianza" y que tiene "capacidad de gestión demostrada por los cargos que ocupó". "Por lo tanto, será un gran director para continuar este trabajo", ha añadido el ministro, según ha recogido el diario brasileño 'O Globo'.
El despido de Galvao, un respetado físico y miembro de la Academia Brasileña de Ciencias, ha causado un gran impacto en la comunidad científica del país.
Los ambientalistas consideran que esta destitución es un "ataque peligroso" a uno de los principales instrumentos de la lucha de Brasil contra el cambio climático: el uso de imágenes satélites para medir y combatir la deforestación.
Las estadísticas elaboradas por el INPE indican que ha aumentado en un 88 por ciento la deforestación en el mes de junio en la selva amazónica en comparación con el mismo mes del año pasado. Los datos registrados en julio muestran que hay más de 1.864 kilómetros cuadrados de deforestación, más del triple que en el mes de julio del año anterior.
Bolsonaro y su ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, no están de acuerdo con esta interpretación de las cifras producidas por un sistema conocido como DETER. En este sentido consideran que las mediciones no tendrían que usarse para ver el aumento de la deforestación mes a mes, sino que deberían utilizarse como indicadores que sirvan a las autoridades para diseñar operaciones contra la tala y la quema de madera.
El pasado viernes Greenpace alertaba del aumento de la deforestación en Brasil en un 40 por ciento en los últimos doce meses y criticaba que las políticas implementadas por el Gobierno de Bolsonaro están destruyendo el Amazonas.
El gigante sudamericano alberga el 60 por ciento de la Amazonia, que es la mayor selva tropical del mundo y, como tal, clave en la lucha contra el cambio climático.