Brasil pide los nombres de los militares que se vieron con el 'hacker' contratado para manipular las elecciones

MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Defensa de Brasil, José Múcio, ha solicitado a la Policía Federal tener acceso a los nombres de los militares que se reunieron con el pirata informático Walter Delgatti, contratado supuestamente por el círculo cercano del expresidente Jair Bolsonaro para manipular las urnas electrónicas durante las elecciones.

"Hemos solicitado información a la Policía Federal. Estamos a la espera de respuesta. En vista de los datos que envíen, tomaremos todas las medidas necesarios", ha dicho el ministro Múcio, en declaraciones a Globo.

Esta decisión se ha tomado después de una reunión este sábado en el Palacio de la Alvorada en la que también participó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y los tres comandantes de las Fuerzas Armadas, que pidieron, no obstante, tomar con reservas las revelaciones de Delgatti ante la comisión parlamentaria que investiga todo lo que rodeó a los ataques de las instituciones del 8 de enero.

La imagen de las Fuerzas Armadas no pasa por su mejor momento después de los ataques del 8 de enero y las declaraciones de Delgatti, quien dijo durante su comparecencia ante esta comisión que estuvo hasta en cinco ocasiones en la sede del Ministerio de Defensa.

A su vez, la presencia del que fuera ayudante de Bolsonaro, el teniente coronel Mauro Cid, en varios litigios por sus maniobras en favor de los intereses del expresidente se ha convertido en un problema para las autoridades castrenses.

Cid, que se encuentra preso desde mayo por su supuesta participación en una trama para manipular las cartillas de vacunación para saltarse las restricciones contra el coronavirus, es uno de los principales sospechosos del esquema para no declarar los regalos que recibió Bolsonaro de varias monarquías del golfo Pérsico.

El comandante del Ejército de Brasil, el general Tomás Paiva, ha emitido una circular interna en la que recuerda a los militares que sus actuaciones deben regirse por la legalidad, enfatizando que la institución es "apartidista" y tiene que servir para "cohesionar" a la sociedad brasileña.