FOZ DO IGUAÇU/RÍO DE JANEIRO, 2 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Brasil ha reforzado la seguridad en las fronteras y en los puntos turísticos de Río de Janeiro para minimizar la amenaza terrorista que se cierne sobre los Juegos Olímpicos que comenzarán este viernes en la capital carioca.
Las fuerzas de seguridad han intensificado los controles en la triple frontera, que conecta Foz do Iguaçu (Brasil), Ciudad del Este (Paraguay) y Puerto Iguazú (Argentina), foco tradicional del contrabando, para neutralizar una nueva amenaza: el terrorismo.
La semana pasada las autoridades brasileñas detuvieron a 12 personas que planeaban atentar durante los Juegos Olímpicos y que, de acuerdo con las investigaciones, intentaron comprar armas en Ciudad del Este. Además la Policía vigila a otras 100 personas por supuestos vínculos yihadistas, la mayoría en la triple frontera.
Es la primera vez que el Gobierno de Brasil reconoce actividad terrorista en el gigante suramericano, si bien ya esperaba un complot de esta naturaleza tras la ola de atentados en Europa, por lo que hace meses que creó un comando antiterrorista con participación internacional.
Este contexto ha llevado a las autoridades brasileñas a centrar su atención --aún más-- en la triple frontera, por donde diariamente cruzan decenas de miles de personas y operan las organizaciones criminales dedicadas al contrabando.
Han aumentado los controles en los vehículos que normalmente llevan armas, drogas o electrodomésticos de contrabando y han instalado un centro de control con acceso a decenas de cámaras de vídeo para vigilar distintos puntos de la línea limítrofe.
Aún así "es muy difícil manejar la frontera", ha dicho Ángel Ibarra Mendoza, director de migración en el lado paraguayo. "Necesitaríamos diez veces el personal (que tenemos) para realmente poder vigilar esta frontera", ha considerado un agente bajo condición de anonimato.
"No hay dudas de que la situación es ideal para un aspirante a terrorista", señala una fuente policial consultada por Reuters. "La actividad delictiva, el flujo de gente, armas y una comunidad musulmana arraigada pero cerrada. Está todo ahí", ha alertado.
PUNTOS TURÍSTICOS
Por otro lado, en Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos, el Gobierno brasileño ha ordenado reforzar la seguridad en los principales puntos turísticos, como el Pan de Azúcar y el Cristo Redentor.
El ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, ha explicado que todos aquellos que deseen acceder a estos lugares tendrán que pasar antes un control de Rayos X.
De Moraes ha insistido en que la posibilidad de que haya un atentado durante los Juegos Olímpicos es "mínima". Aunque se espera la llegada de 500.000 extranjeros, habrá 85.000 efectivos, entre ellos 41.000 militares velando por la seguridad, ha destacado.