MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
El brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), las Brigadas Ezzeldin al Qassam, han dado este martes a Israel un plazo de 24 horas para responder a las demandas de los cerca de 1.500 presos palestinos en huelga de hambre.
El portavoz del grupo armado, Abu Obeida, ha recalcado que, en caso de que el Gobierno israelí no actúe, "las Brigadas han decidido hacer pagar al enemigo por cada día en el que ignoren las demandas de los prisioneros".
Así, ha indicado que Hamás agregará a 30 presos palestinos cuya liberación reclamará en un intercambio de presos por cada día que pase sin respuesta de Israel, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
Abu Obeida ha advertido además a Israel contra ignorar "las demandas justas y legales de los presos", reclamando a los palestinos que residen en Cisjordania que participen en un 'Día de la Ira' en solidaridad con los reos.
Durante el fin de semana se iniciaron los contactos entre las autoridades israelíes y los representantes palestinos para negociar una posible salida a la huelga de hambre indefinida iniciada el pasado 16 de abril.
El gabinete de prensa de los huelguistas anunció el comienzo de los contactos preliminares con el Servicio de Prisiones Israelí, que ha puesto como condición sacar de la mesa al emblemático preso Marwan Barghuti, cabeza visible de la protesta.
Las autoridades israelíes han tomado otras medidas contra los huelguistas como los traslados a otros centros. El preso palestino encarcelado durante más tiempo, Karim Yunis, ha sido trasladado a la prisión de Gilboa, donde continúa su confinamiento en régimen de aislamiento. Además, el gabinete denuncia que se veta el acceso de los presos a sus abogados excepto en dos prisiones.
Además de las confiscaciones de objetos personales, confinamientos y registros a los huelguistas, se les ha vetado el acceso a agua a pesar del calor; a sal, vital para que el organismo resista mejor la huelga de hambre e incluso se les ha colocado comida delante, lo que supone una "tortura psicológica", según denuncia el abogado Luay Akka, que ha podido visitar la prisión de Ofer.
Mientras, comienzan a hacer mella las dos semanas de huelga con informaciones sobre dolores agudos en extremidades y tronco, dolores de cabeza, pérdida de peso y desmayos.
Ahora mismo se estima que unos 1.500 de los 6.300 presos palestinos en Israel se han sumado a la huelga para denunciar "torturas, maltrato y negligencias médicas" en las cárceles israelíes, así como abusos del Gobierno israelí a la hora de recurrir a la llamada "detención administrativa", esto es, el encarcelamiento sin juicio previo ni presentación de cargos, un fenómeno que el Derecho Internacional solo permite en casos extremadamente excepcionales.