BRASILIA 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
La bronca que se ha desatado en el Senado entre los legisladores a favor y en contra de la presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, ha obligado a suspender hasta dos veces la sesión de este viernes sobre el 'impeachment'.
La tensión comenzó a subir con la intervención del senador 'petista' Lindbergh Farias, que aprovechó su turno, de apenas tres minutos, para cargar contra el demócrata Ronaldo Caiado. "Es un arrabalero", dijo, desatando la ira del bloque parlamentario a favor del 'impeachment'.
Ricardo Lewandowski, presidente del Tribunal Supremo, que dirige el juicio político en el Senado, lanzó la primera advertencia: "no puedo admitir palabras injuriosas contra ningún senador. Voy a usar mi poder de policía para exigir respeto".
Pero de poco sirvió. Caiado contestó a Farias fuera de su turno, recordando que el político oficialista tiene más de 30 procesos abiertos en el Supremo y Cracolandia, uno de los barrios más deprimidos de Sao Paulo, tomado por las drogas y la prostitución, "en su Gabinete".
Las palabras de Caiado terminaron de disparar la tensión y Lewandowski se vio obligado a suspender la sesión cinco minutos. El presidente del Senado, Renan Calheiros retomó la discusión azuzando las llamas al responder a una intervención anterior de la senadora 'petista' Gleisi Hoffmann, que había afirmado que el Senado "no tiene moral" para juzgar a Rousseff. "La estupidez es infinita", espetó Calheiros.
La algarabía fue incontenible, de modo que Lewandowski decidió suspender de nuevo la sesión adelantando el descanso para el almuerzo a las 12.00 (hora local), para retomarla de nuevo una hora después, según ha informado Agencia Brasil.
'IMPEACHMENT'
El jueves arrancó en el Senado el juicio político contra Rousseff para dirimir si es culpable de un crimen de responsabilidad por aumentar el gasto público en plena campaña para la reelección, en 2014, sin la necesaria autorización del Congreso.
Rousseff afrontará el 'impeachment' desde fuera del Gobierno, ya que el pasado 12 de mayo el Congreso decidió apartarla del cargo temporalmente. Desde entonces, el que fuera su vicepresidente, Michel Temer, gobierna Brasil.
Si dos tercios de los senadores, al menos 54 de los 81, votan a favor del juicio político, la líder izquierdista será apartada definitivamente del puesto e inhabilitada para ejercer cargos públicos durante ocho años. En caso contrario, volverá al poder.