MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) ha elevado este jueves a 426 el número de casos confirmados y probables de ébola a causa del brote en el noreste del país, lo que lo convierte en el segundo más grande de la historia.
El Ministerio de Sanidad ha detallado en su última actualización que del total de casos 379 han sido confirmados y 47 son probables, con un total de 245 fallecimientos, 198 confirmados y 47 probables.
Así, ha dicho que en los últimos días se han confirmado cuatro nuevos casos --tres en Katwa y uno en Vuhovi-- y tres fallecimientos --uno en Katwa, uno en Butembo y uno en Beni--. Por su parte, un hospitalizado ha sido dado de alta.
De esta forma, el brote es únicamente superado por el brote registrado en África Occidental entre 2013 y 2016, en el que se registraron más de 28.000 casos confirmados, y supera al registrado entre 2000 y 2001 en Uganda, con 425 casos.
En este sentido, Michelle Gayer, directora de Emergencias del International Rescue Committee, ha destacado que "este hito trágico demuestra claramente la complejidad y gravedad del brote".
"Pese a que las cifras están lejos de las de África Occidental en 2014, estamos presenciando cómo las dinámicas de conflicto suponen un tipo diferente de amenaza: un brote extendido es altamente probable y el fin simplemente no está a la vista", ha sostenido.
Gayer ha manifestado que "el brote está lejos de estar bajo control y es altamente probable que no sea derrotado durante otros seis meses". "Tenemos que cientos más pierdan la vida", ha añadido, antes de incidir en el impacto del conflicto y la inseguridad en la respuesta al brote.
"Esta combinación de inseguridad, resistencia de las comunidades e inadecuados servicios sanitarios equivalen a la tormenta perfecta para la transmisión de la enfermedad"", ha puntualizado, al tiempo que ha reclamado a la comunidad internacional que "siga prestando atención a la crisis".
"Necesitamos ver una mayor movilización de fondos y recursos, pero también hacer frente al impacto del prolongado conflicto en RDC. No sólo queremos poner fin a este brote, sino proteger y restaurar la sanidad, la vida y la dignidad de la gente en esta atribulada región", ha remachado.
Las autoridades congoleñas autorizaron durante el fin de semana ensayos clínicos para cuatro tratamientos experimentales contra el ébola, según confirmó el propio Ministerio de Sanidad.
La respuesta al brote se ha visto dificultada por la violencia y la seguridad en la zona afectada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó la a mediados de noviembre que está previsto que el brote se prolongue al menos hasta mediados de 2019.
"Es muy difícil predecir plazos en un brote tan complicado como este con tantas variables que están fuera de nuestro control pero ciertamente planeamos al menos otros seis meses antes de que podamos declarar finalizado este brote", dijo el jefe de respuesta de emergencia de la OMS, Peter Salama.
El brote es ya el más mortífero registrado en el país, donde se detectó por primera vez esta virulenta enfermedad. La localización de la epidemia es quizá la más difícil que se ha encontrado hasta la fecha la OMS, debido a la densa y móvil población local, la inseguridad provocada por dos grupos armados y su propagación por transmisión en centros de salud, según Salama.