BRUSELAS, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha condenado con firmeza el atentado del pasado viernes en el Thalys pero ha dejado claro que el espacio sin fronteras "Schegen no es negociable" y ha reclamado la necesidad de "no sacar conclusiones apresuradas" del incidente, aplazando a octubre la decisión de posibles medidas a nivel europeo para reforzar la seguridad en los trenes.
"El atentado que se ha desarrollado este viernes en el Thalys lamentablemente una vez más es una ilustración de la amenaza terrorista para la seguridad en Europa. La Comisión condena con firmeza tales actos terroristas y de violencia bárbara", ha dicho en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo comunitario, Alexander Winterstein, que ha asegurado que el Ejecutivo comunitario permanece en contacto con las autoridades belgas y francesas y la agencia de cooperación policial europea, Europol y sigue "de cerca" las investigaciones del incidente abiertas en ambos países.
"No es el momento de sacar conclusiones apresuradas en estos momentos o reacciones impulsivas", ha dejado claro no obstante, preguntado por posibles medidas en respuesta al incidente como cambios o la suspensión del espacio sin fronteras Schengen.
El autor del tiroteo, identificado como el ciudadano marroquí Ayub el Khazzani, de 26 años y que fue reducido por los propios viajeros, abrió fuego con un fusil Kalashnikov en el interior de un tren de alta velocidad que conecta Ámsterdam con París. El incidente fueron heridas tres personas.
Tras el incidente en el Thalys, el primer ministro belga, Charles Michel, reclamó una reunión de los ministros de Transportes y del Interior europeos más afectados para estudiar adaptar las normas que afectan a la libre circulación en el espacio Schengen durante el fin de semana y defendió "generalizar los controles de identidad y de equipaje en los trenes internacionales", insistiendo en que "el objetivo no es suprimir libertades, sino hacer frente a una amenaza" terrorista, que se ha agudizado "hace más de un año".
CONTROLES SÍ, SI NO EQUIVALEN A CONTROLES FRONTERIZOS
"Schengen es uno de os mayores logros de la UE y la libertad de movimiento es un derecho fundamental (*). No es negociable y la comisión no tiene ninguna intención de modificar esto", ha agregado en la misma rueda Christian Wigand, otro portavoz comunitario.
El portavoz ha precisado que "el Código de Fronteras Schengen ofrece suficientes herramientas para reforzar la seguridad" en las fronteras internas y ha confirmado que "los controles de seguridad que se realizan con el objetivo de la seguridad ferroviaria pueden ser compatibles con el marco Schengen si no tienen un efecto equivalente a los controles fronterizos", que están prohibidos en la frontera interna, instando a los Estados miembros a hacer "pleno uso" de estas posibilidades.
"No puede haber controles en las zonas fronterizas en cada tren, todo el tiempo. Esto claramente no estaría permitido", ha recalcado, aunque ha incidido en que los controles policiales sí están autorizadas para "ciertas acciones focalizadas" para "contrarrestar ciertas amenazas".
ARCOS DE SEGURIDAD EN LOS TRENES
Preguntados por las posibles medidas que se podrían adoptar a nivel europeo tras el incidente, incluido la introducción de arcos de seguridad, el Ejecutivo comunitario ha aplazado a octubre el debate a nivel de ministros y ha admitido que estos sistemas son "clave" y se discutirán en octubre. "Esta cuestión será una de las cuestiones clave", ha asegurado.
El Ejecutivo comunitario, ha asegurado el portavoz comunitario Jakub Adamowicz, tiene "voluntad política de discutir eventuales medidas legislativas en el Consejo de Transporte de octubre" con los Estados miembros y ha confiado en que el diálogo se intensifique, de aquí a entonces.
Pero ha insistido en la necesidad de "encontrar un equilibrio" y "tomar las medidas que se impongan" en "un espíritu de proporcionalidad", teniendo en cuenta que cada modo de transporte tiene "sus características", preguntado si se podrían extender los controles en los aeropuertos al tren.
La Comisión creó un grupo de trabajo "técnico" dedicado a la seguridad ferroviaria, especialmente en el tren de alta velocidad, en el que participan los Estados miembro y la industria, aunque el portavoz ha rechazado avanzar las propuestas concretas discutidas en su seno y ha emplazado a las discusiones de ministro de octubre.