BRUSELAS, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha defendido este miércoles el acuerdo que la Unión Europea ultima con Turquía para la deportación de los inmigrantes irregulares llegados a Grecia, incluidos los refugiados sirios, y ha asegurado que "no habrá ni devoluciones en caliente ni colectivas", porque cumplirá con todas las disposiciones del derecho internacional.
"Quiero ser claro con esto, no podrá haber deportaciones colectivas ni devoluciones en caliente", ha afirmado el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, quien ha atribuido a "malentendidos en la última semana" las dudas sobre la legalidad del preacuerdo logrado el pasado lunes por los líderes de la UE con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
De cara a la cumbre en la que las partes esperan cerrar el pacto este jueves y viernes, Bruselas ha presentado un documento con los "principios" que seguirá el acuerdo una vez se concrete.
Timmermans ha insistido en que no hay alternativa a negociar con Ankara para contener la crisis de refugiados y ha considerado "hipócritas" a quienes sostienen lo contrario.
Además, ha argumentado que esta coordinación con Turquía es necesaria para "romper el modelo de negocio de los traficantes de personas" y dejar claro a los refugiados que sólo tendrán asilo en la UE si llegan de manera legal. "No queremos que casos como el de Idomeni sean la norma", ha zanjado.
La deportación de los refugiados a Turquía es el elemento más controvertido, pero el vicepresidente primero ha querido subrayar que se trata de una medida "temporal y extraordinaria", y que "sólo" se podrá poner en práctica "dentro del marco de la legalidad internacional y europea".
Para ello, ha explicado, cada persona que solicite protección internacional deberá ser evaluado "individualmente", aunque Timmermans ha matizado que la directiva de asilo contempla la posibilidad de "procesos acelerados" para tramitar los expedientes.
Sí se podrá rechazar una demanda de asilo si se constata que el solicitante tendrá la "protección suficiente" en un primer país de asilo o si llega a Grecia desde un "tercer país seguro" que pueda "garantizar el acceso efectivo a la protección internacional".
A este respecto, Timmermans ha enumerado una serie de salvaguardas, como el que se realicen entrevistas personales a los solicitantes de asilo, se comprueben los criterios y "siempre tengan derecho a apelar" la decisión sobre su caso. "Al parecer, estas disposiciones requieren cambios en las legislación turca y griega. No hemos dicho que vaya a ser fácil", ha apuntado.
Bruselas insiste desde el pasado 7 de marzo en que el acuerdo es "legal", aunque resten por resolver ciertas aclaraciones jurídicas. En este sentido, Timmermans ha asegurado que la Comisión trabaja "estrechamente" con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR) para garantizar que el acuerdo es "factible" y "compatible" con el derecho internacional y europeo.
"Todo el mundo tendrá derecho a solicitar asilo y a recurrir, y no cambiarán sus condiciones con la expulsión, porque tendrán la misma protección en Turquía", ha asegurado.
En cuanto a la apertura de capítulos en la negociación para la adhesión de Turquía al club comunitario, Timmermans lo ha considerado como una oportunidad para establecer un "debate profundo" en asuntos sensibles como el Estado de derecho, la libertad de prensa, la justicia y los derechos humanos.
"Veo la apertura de capítulos en el interés de Turquía y de la Unión Europea, aunque sé que para ello necesitamos el acuerdo de los Estados miembros", ha indicado.