BRUSELAS, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha defendido este viernes que el discurso de Ursula Von der Leyen en el que pidió a los Veintisiete una estrategia de futuro con China está en línea con los jefes de Estado y de Gobierno y ha confirmado contactos con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de cara a su viaje a Pekín la próxima semana.
En rueda de prensa desde Bruselas, el portavoz comunitario Eric Mamer ha señalado que el discurso de Von der Leyen, en el que avisó de la dinámica asertiva de Pekín pero a la vez llamó al diálogo y a la cooperación, puso sobre la mesa los cambios que tiene que abordar la UE en sus relaciones con China y cómo la situación en la segunda potencia mundial "obliga a un nuevo pensamiento", en especial en materia económica.
En este sentido, Mamer ha subrayado que la opinión de la jefa del Ejecutivo europeo está en línea con la de los líderes europeos. "Son discusiones que suceden de forma regular en las cumbres", ha indicado, para luego detallar que estuvo en contacto con los líderes de Francia y España.
La conservadora alemana se comunicó con Macron, con el que viajará a Pekín la semana que viene, y con Sánchez, que ha protagonizado la primera visita de un líder europeo a China desde que el presidente, Xi Jinping, se reunió con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Moscú para tratar la paz en Ucrania.
Este jueves en un discurso en el 'think tank' alemán MERICS, Von der Leyen denunció que China busca un "cambio sistémico del orden internacional" que le sitúe en el centro y señaló su intención de "promover una visión alternativa del orden mundial".
Además, en materia económica criticó la "fusión explícita" del sector militar y comercial en China, aparte de lamentar unas relaciones económicas desiguales entre Europa y China a causa del "sistema capitalista de Estado de China".
En este sentido, la jefa del Ejecutivo comunitario llamó a la unidad de la UE para gestionar la relación de futuro con Pekín, insistiendo en que, en todo caso, la estrategia debe pasar por reducir riesgos y dependencias económicas, ya que "no es viable, ni está en el interés de Europa, desvincularse de China".
"Nuestras relaciones no son blancas o negras, y nuestra respuesta tampoco puede serlo", explicó tras señalar que China no deja de ser un "socio comercial vital" que representa el 9 por ciento de las exportaciones europeas y el 20 por ciento de las importaciones al bloque.