LUXEMBURGO 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El comisario de Interior e Inmigración, el griego Dimitris Avramopoulos, ha advertido este jueves de que el refuerzo de las fronteras exteriores de la UE y la política de devolución de inmigrantes irregulares a sus países de origen es "la otra cara de la moneda" de mantener el espacio europeo sin fronteras del Tratado de Schengen.
"A favor de aumentar las repatriaciones y de reforzar las fronteras exteriores. Es la otra cara de la moneda de ofrecer protección y salvaguardar Schengen", ha dicho Avramopoulos a través de su cuenta de Twitter, al inicio de una reunión de ministros de Interior de la UE en Luxemburgo.
Los Estados miembros coinciden en que "hay que hacer más" en materia de retorno y que se deben asignar a esta área de la gestión migratoria "recursos financieros adecuados", según el borrador de conclusiones en el que trabajan los ministros en su reunión.
La cooperación con los países de origen es otra de las claves, por lo que se espera que los ministros también pidan "movilizar todas las herramientas" de que dispone la UE, incluidos los canales diplomáticos y de ayuda a la cooperación, para avanzar en materia de retorno y acuerdos de readmisión con países terceros.
Tras participar en el consejo de ministros de la UE, Avramopoulos viajará el viernes a Italia, junto al ministro luxemburgués de Inmigración y presidente de turno de la UE, Jean Asselborn, con el objetivo de apoyar el primer vuelo de demandantes de asilo que serán reubicados en el resto de Estados miembros como parte del programa de relocalización de 160.000 refugiados.
Este primer vuelo trasladará de Italia a Suecia a 17 eritreos con derecho a protección internacional, según ha informado la Oficina europea de apoyo al asilo (EASO).
La portavoz de Avramapoulos, Natasha Bertraud, ha dicho que Bruselas confía en que los traslados se produzcan de manera "sistematica y continuada" de aquí en adelante.
Los Estados miembros han accedido a ofrecer hasta 160.000 plazas para acoger a demandantes de asilo llegados inicialmente a Italia y Grecia, pero han puesto como condición previa que estos dos países cuenten con centros de acogida y de registro ('Hotspot') en los que identificar y tomar las huellas dactilares de los refugiados. Los inmigrantes deben permanecer en estos centros mientra se tramita su expediente o son trasladados a otro Estado miembro.