Bruselas pide a greco y turcochipriotas que sigan negociando y ofrece su ayuda para resolver el conflicto

BRUSELAS 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha pedido a los líderes greco y turcochipriota, Nikos Anastasiadis y Mustafá Akinci, que continúen negociando para tratar de llegar a un acuerdo que ponga fin a la división de la isla de Chipre y ha reiterado su oferta de darles "pleno apoyo y cualquier asistencia práctica que ambas partes y la ONU puedan necesitar en este proceso".

"La Comisión reitera su confianza en el compromiso fuerte de ambos líderes de poner fin al problema longevo de Chipre e invita ambas partes a continuar sus negociaciones", ha explicado en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas.

"Estamos listos para dar pleno apoyo y cualquier asistencia práctica que ambas partes y ONU puedan necesitar en este proceso", ha agregado, al ser preguntado por la posible contribución de la UE para ayudar a las partes tras la falta de acuerdo alcanzado en la última ronda de negociaciones de paz hace cuatro días en Suiza.

"Seguimos muy de cerca las discusiones sobre Chipre", ha recalcado el portavoz, que ha informado de que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, habló "hace dos días" con Anastasiadis.

"Ambos líderes saben bien que pueden contar con el pleno apoyo continuado del presidente Juncker y de la Comisión para el proceso de resolución bajo el auspicio de Naciones Unidas", ha remachado el portavoz.

"Una solución al problema de la partición de Chipre tendrá un efecto contagio positivo en la Unión Europea y más allá", ha subrayado.

Los líderes griego y turcochipriota, Nicos Anastasiades y Mustafa Akinci, han confiado en que la reunificación de Chipre sea posible este año. Las negociaciones para la reunificación en curso se basan en el principio de la creación de una federación bizonal y bicomunal, aunque todavía no han acordado el territorio de cada parte.

La isla de Chipre permanece dividida en dos desde que en 1974 el Ejército turco ocupó la parte norte --el 36,2% de su territorio-- tras un golpe de Estado instigado por la junta militar en el poder en Grecia y ante el temor de que la isla se uniera a este último país.