BRUSELAS 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha presentado este jueves una propuesta para luchar contra el expolio que los grupos terroristas como Estado Islámico llevan a cabo en el patrimonio cultural de países como Siria e Irak, con un mayor control sobre las importaciones de arte para evitar que las piezas sustraídas de manera ilegal sean comercializadas en la UE y sirvan para financiar causas terroristas.
"No podemos aceptar que los terroristas sigan cogiendo bienes en Siria o Irak y los vendan de manera ilegal en Europa para financiar ataques terroristas contra ciudadanos europeos. Esto debe acabar absolutamente, con el apoyo de los estados miembros", ha avisado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici.
Bruselas confía en que la serie de medidas propuestas cuenten con el apoyo de los gobiernos europeos y pueda entrar en vigor ya en enero de 2019 para cortar las fuentes de financiación del terrorismo internacional.
Y plantea que los estados miembros puedan imponer sanciones "efectivas, proporcionadas y disuasorias" a los contrabandistas, en especial si han falseado la documentación que acompaña a las piezas.
Entre las claves figura establecer una nueva definición común de lo que es un "bien cultural" en el marco de las importaciones, desde los hallazgos arqueológicos hasta manuscritos antiguos, vestigios de monumentos históricos, colecciones, obras de arte y antigüedades.
La idea de Bruselas es que las nuevas reglas se apliquen a los bienes "más amenazados", entre los que estarían aquellos con una antigüedad superior a los 250 años en el momento de su importación.
Moscovici ha recordado que con frecuencia se ven imágenes en las que los terroristas destruyen tesoros que pertenecen al "patrimonio cultural de la humanidad" y que tras esos gestos de propaganda, "también se esconden miles de robos".
Además se crearía un nuevo sistema de licencias de importación de objetos arqueológicos, partes de monumentos y manuscritos y libros antiguos cuyos permisos serán necesarios para que las piezas puedan entrar en el mercado de la UE.
El resto de objetos que no estén obligados a cumplir este proceso porque no son tan antiguos, deberán igualmente cumplir con un "riguroso" sistema de certificación y presentar declaración jurada de que han obtenido los bienes de manera legal en otro países.
Las autoridades de aduanas tendrán poder para incautarse y conservar bienes de los que no quede claramente demostrado que han sido exportados cumpliendo la legalidad.
Junto a estas medidas, Bruselas aboga por poner en marcha campañas de concienciación dirigidas a los posibles compradores de este tipo de bienes, desde importadores hasta marchantes de arte, y por formar a los agentes de aduanas para detectar mejor este tipo de contrabando.