BRUSELAS, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha adoptado este martes una serie de recomendaciones que Grecia deberá aplicar para corregir las "graves deficiencias" detectadas en el control de su frontera exterior de la UE, a través de la cual llegan miles de demandantes de asilo a suelo comunitario.
Esta decisión supone un nuevo paso en el proceso que se debe cumplir para prorrogar hasta dos años los controles dentro del espacio Schengen, tal y como han solicitado los Estados miembros.
El informe de evaluación, que ha sido avalado por el comité técnico de Schengen, detectó importantes deficiencias en cuestiones como el registro de los demandantes de asilo que llegan a Grecia, incluida la falta de lectores suficientes para tomar las huellas dactilares de los inmigrantes o de medios para verificar su identidad.
"La Comisión está haciendo todo lo posible para normalizar el funcionamiento de Schengen y, en paralelo, estamos preparando todas las opciones", ha indicado el comisario de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos, en un debate ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia).
Sin embargo, el comisario ha sido tajante al asegurar que los pasos que está dando Bruselas no se dirigen hacia "acabar con Schengen, ni a expulsar a un Estado miembro", aunque, ha avisado, las cifras de inmigrantes que mueren en su intento por llegar a suelo comunitario siguen siendo "dramáticas" y son necesarias medidas urgentes.
PRÓXIMOS PASOS
Las recomendaciones adoptadas por el Ejecutivo comunitario serán sometidas en los próximos días a los Estados miembros, según fuentes europeas, que indican que, si dan su visto bueno, se activará el plazo formal de tres meses para que Atenas cumpla con las correcciones.
Si tras ese periodo, se constata que el Gobierno heleno no ha cumplido con las exigencias o que éstas no han tenido el resultado esperado, Bruselas podrá iniciar el procedimiento para activar el artículo 26 de Schengen que, en la práctica, permitirá mantener los controles fronterizos dentro de la UE que ya realizan varios Estados miembros de manera temporal.
Ello implica que si se reúne una mayoría cualificada para dar luz verde a la medida, uno o varios Estados miembros, a propuesta de la Comisión, podrán reintroducir los controles interiores en alguna o todas sus fronteras interiores durante periodos de seis meses prorrogables, hasta un máximo de dos años.
Los ministros de Interior de la Unión Europea encargaron a Bruselas poner en marcha el proceso para dar cobertura legal al mantenimiento de los controles interiores, que actualmente aplican seis de los 26 miembros de Schengen, pese a que al término de su reunión negaron estar tomando medidas para aislar a Grecia.
La llamada se produjo a la luz de las dificultades de Grecia para contener el flujo migratorio, pero también ante el aviso de países como Francia y Alemania, que no están dispuestos a levantar los controles que aplican ahora, pese a que el permiso de Schengen expira en mayo.