BRUSELAS, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha abierto la puerta a generalizar al resto de la Unión Europea la conocida como 'excepción ibérica' por la que España y Portugal han podido limitar de manera temporal el precio del gas para la producción de electricidad y contener así los precios de la energía, disparados con la inestabilidad generada por la guerra de Rusia en Ucrania.
"En base a la experiencia de los Estados miembro, la Comisión está dispuesta a discutir el desarrollo de un marco europeo temporal para limitar la influencia de los altos precios del gas en la formación del precio de la electricidad", según dice el documento de trabajo que Bruselas ha compartido con los gobiernos y al que ha tenido acceso Europa Press.
La propuesta ha sido trasladada a los países en una reunión de embajadores a poco más de 24 horas de que los ministros de Energía de la Unión Europea participen en un consejo extraordinario para acordar medidas con las que reducir el consumo energético y abaratar los precios de la energía.
Sin mencionar directamente la experiencia hispanolusa, el texto describe el mecanismo diseñado inicialmente para reducir los precios mayoristas de la electricidad en el mercado ibérico (MIBEL), un sistema aprobado el pasado junio y que tendrá un coste para la Península ibérica de 8.400 millones de euros.
"Una opción podría ser limitar el precio del gas en la generación de electricidad a un nivel que ayude a reducir los precios de la electricidad sin llevar a un mayor consumo de gas. El diferencial de costes entre los precios tope y de mercado será asumido por el sistema eléctrico en los Estados miembro", explica el documento de Bruselas, que incluye otras medidas que también serán discutidas el viernes por los ministros.
Los técnicos de la Comisión recuerdan que la prolongada situación de los altos precios del gas se ha traducido en "facturas energéticas récord" tanto en los hogares como para las empresas europeas y advierten de la "preocupación generalizada" por el impacto de estos precios en el coste de vida, la inflación y la competitividad europea.
Por ello, sostiene el Ejecutivo comunitario en su propuesta de medidas, el contexto económico requiere una respuesta "rápida y coordinada" en toda la UE para abordar la subida de precios y evitar daños sociales y económicos duraderos.