BRUSELAS 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea propondrá la creación de un mecanismo permanente de reubicación de refugiados en base a un sistema de reparto obligatorio antes de mediados de septiembre, a tiempo para la reunión extraordinaria de ministros del Interior del 14 de septiembre para discutir la crisis de refugiados.
"Para el 14 de septiembre todo estará listo sobre la mesa", ha confirmado en rueda de prensa Margaritis Schinas, portavoz del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que detallará las propuestas del Ejecutivo comunitario en el discurso sobre el Estado de la Unión el 9 de septiembre ante la Eurocámara en Estrasburgo.
El mecanismo permanente de reubicación de refugiados se "activaría" para responder a "cada crisis" en cualquier país, ha explicado en rueda de prensa la portavoz de Inmigración comunitaria, Natasha Bertaud.
El Ejecutivo comunitario no incluirá una cifra total de refugiados que se deberían acoger pero sí mantendrá "en la misma línea" los "criterios" para "la llave de reparto" y su carácter "obligatorio" aunque está "dispuesto a discutir" un cambio en la ponderación de los criterios, tal y como figuraban en la propuesta que presentó en mayo para crear un mecanismo de reubicación temporal con el fin de que los Estados miembro se repartieran 40.000 refugiados de Italia y Grecia, los dos países más afectados por la crisis.
Los Estados miembro rechazaron entonces la propuesta inicial de la Comisión para introducir cuotas obligatorias de reparto en función de criterios. Bruselas mantendrá sus criterios para el reparto de refugiados entre países en base en cuatro puntos: el PIB y el tamaño de la población, que pesan un 40% cada uno, y la tasa de paro y la media de peticiones de asilo tramitadas y refugiados reubicados entre 2010-2014, que pesan el 10%.
De los 40.000, los Estados miembro además sólo se han comprometido a acoger 32.000 hasta ahora de forma voluntaria, aunque Bruselas confía en que "antes de finales de año" lleguen a los 40.000.
MAYOR NIVEL DE SOLIDARIDAD
"Necesitamos mostrar un mayor nivel de solidaridad", ha recalcado la portavoz comunitaria, preguntada por la advertencia de la canciller alemana, Angela Merkel, que ha exigido un reparto "justo" de los refugiados para no poner en cuestión el espacio libre sin fronteras Schengen.
El Ejecutivo comunitario ya propuso una ayuda de 6.000 euros por cada refugiado que acogieran de Italia y Grecia para incentivar la acogida en los diferentes países y está "abierto a todas las ideas constructivas que contribuyan a una mayor solidaridad" y les incentive a acoger a "más" refugiados, preguntado por la posibilidad de utilizar los fondos estructurales para ello. En todo caso, Juncker "elaborará más propuestas concretas en el Estado de la Unión la semana que viene", según la portavoz.
"La Unión Europea sólo puede funcionar si todo el mundo cumple las normas. Esto es aplicable a Schengen como en otras áreas", ha recalcado la portavoz, que ha recordado que las normas de asilo común son "relativamente nuevas" dado que se comenzaron a aplicar en 2008 y la última legislación solo entró en vigor este verano.
"Para que Schengen funcione estas normas deben aplicarse", ha apostillado, recordando que la Comisión, desde que a finales de 2014 asumió poderes para lanzar expedientes sancionadores a los Estados miembro por no cumplir las normas de asilo, ha abierto 32 casos y han vuelto a enviar a "otros" países cartas administrativas como "última advertencia" para que las cumplan antes de abrir nuevos casos. "Estamos trabajando para que se cumplan las normas", ha agregado.
Preguntada de nuevo por un posible cambio a las normas sobre Schengen, la portavoz ha recordado que éstas ya se han cambiado en varias ocasiones. "No puedo excluir que nunca sean necesarios cambios futuros", ha afirmado, recordando que ya en 2013 se revisaron para permitir reintroducir controles en las fronteras para hacer frente a circunstancias "imprevisibles", limitados a 30 días. El país debe justificar en todo caso a la Comisión el motivo.
La portavoz ha reiterado que los Estados miembros son los responsables de gestionar las fronteras externas de la Unión y aunque no apoyan la construcción de vallas, como ha hecho Hungría en su frontera con Serbia, porque no cree que "los muros van a ser una solución al problema", ha afirmado que los países tienen "derecho" a adoptar las medidas que consideren "apropiadas".
Por otra parte, ha defendido que los controles impulsados por Austria en los camiones tras la muerte de 70 inmigrantes en uno de ellos la semana pasada son "deseables y están muy en línea con las normas Schengen". "A nadie le gustaría ver otra tragedia como vimos en Austria", ha recalcado.