BRUSELAS 28 May. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha reiterado este martes las críticas a Georgia tras aprobar de forma definitiva la ley de agentes extranjeros y avisar de que estudia "todas las opciones" para responder a una medida que supone retrocesos en la vía del país a la Unión Europea.
"Instamos a las autoridades georgianas a invertir esta tendencia y a volver firmemente a la senda de la UE. Aún hay tiempo para cambiar la dinámica, pero se necesita un compromiso firme por parte de las autoridades gobernantes", ha señalado la Comisión Europea y el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, han lamentado en un comunicado conjunto.
Así las cosas ha apuntado que la UE y sus Estados miembros "están estudiando todas las opciones para reaccionar ante estos acontecimientos". Precisamente este martes, los ministros de Exteriores del bloque debatieron el asunto y se espera que en el mes de junio tomen alguna decisión concreta por la deriva de Georgia.
Pese a las protestas sociales y los avisos de la comunidad internacional, el Parlamento georgiano ha aprobado la norma tras levantar el veto impuesto por la presidenta del país, Salome Zurabishvili, al texto, algo que critica Bruselas porque supone también "hacer caso omiso" de los argumentos de la Comisión de Venecia.
"La UE ha subrayado en repetidas ocasiones que la ley aprobada por el Parlamento georgiano va en contra de los principios y valores fundamentales de la UE", ha indicado el texto consensuado por la Comisión Europea y el Alto Representante.
En este sentido, recalcan que la ley representa un paso atrás en tres de las reformas prioritarios establecidas por la Comisión para la integración comunitaria de Tiflis, por lo que tendrá un "impacto negativo" en la senda europea de Georgia.
En sesión parlamentaria, los diputados han avalado por mayoría la anulación del veto de la jefa de Estado de Georgia y también la adopción del texto original, con lo que ha hecho valer la aprobación del 14 de mayo por encima de la decisión adoptada por la presidenta cuatro días más tarde.
Los críticos con la norma, entre ellos Estados Unidos y la UE, consideran que la ley de Georgia replica las restricciones que ya se aplican en Rusia y que han facilitado al Gobierno de Vladimir Putin la persecución de la disidencia, bajo la excusa de una supuesta necesidad de transparencia financiera.