BRUSELAS, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea observa con preocupación los violentos altercados que se están viendo en los últimos días en las calles de Belgrado y otras ciudades serbias, en donde manifestantes protestan por la reintroducción de medidas restrictivas anunciadas por las autoridades para tratar de frenar el nuevo aumento en los contagios por coronavirus.
"Los acontecimientos de los dos últimos días en Serbia son motivo de preocupación", ha dicho este jueves en una rueda de prensa en Bruselas la portavoz comunitaria de Ampliación, Ana Pisonero, quien ha recordado el derecho de los manifestantes a protestar de manera "pacífica", pero también la "inviolabilidad" de las instituciones democráticas.
Por todo ello, ha añadido la portavoz, el Ejecutivo comunitario espera que las autoridades serbias investiguen convenientemente "todos" los incidentes violentos que se han observado.
Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad se han repetido por segunda noche en Belgrado, en donde también se han producido incidentes a las puertas del Parlamento.
Bruselas ha advertido de que proteger la vida de las personas "debe ser la primera prioridad" y que le corresponde a cada gobierno determinar qué medidas son las necesarias para hacer frente a la pandemia, siempre que estén basadas en datos científicos y epidemiológicos.
Sin embargo, ha añadido la portavoz, las medidas restrictivas "no deben afectar de manera desproporcionada a los derechos fundamentales ni a las libertades" y deben estar limitadas en el tiempo hasta lo "estrictamente necesario".
"Esto también se aplica al derecho a las protestas pacíficas, un derecho fundamental en la sociedad democrática", ha expuesto Pisonero, quien ha considerado en otra declaración que es "inaceptable" el uso excesivo de la fuerza sobre los civiles.
El uso de la fuerza debe ser "medida y proporcionada en todo momento", ha añadido la portavoz comunitaria, que ha censurado también las imágenes difundidas sobre la violencia contra las fuerzas de seguridad que protegían el Parlamento.