ABUYA 1 Abr. (Reuters/EP) -
El vencedor de las elecciones presidenciales en Nigeria, el opositor Muhamadu Buhari, ha felicitado este miércoles al presidente saliente, Goodluck Jonathan, por reconocer su derrota en los comicios y ha dicho que ha sido "un candidato digno".
"El presidente Jonathan ha sido un candidato digno y extiendo mi mano como gesto de amistad hacia él", ha apuntado. "Hemos demostrado al mundo que somos gente que ha abrazado la democracia. Hemos dejado atrás el sistema de partido único", ha agregado.
Horas antes, el mandatario publicó un comunicado para reconocer su derrota y hacer un llamamiento a la calma a sus seguidores, asegurando que "ninguna ambición personal merece que se derrame la sangre de los nigerianos".
Pese a ello, su formación, el Partido Democrático Popular (PDP), ha anunciado que apelará los resultados de las elecciones tras negarse a firmar el acta de resultados después del anuncio oficial de la Comisión Electoral Nacional Independiente.
El representante de la formación en el centro de recuento, Bello Fadile, ha subrayado que el hecho de que no haya firmado el acta "no cambia nada, no se invalidan los resultados". "Cuando vayamos a los tribunales podremos desafiar los resultados", ha agregado.
"Seguiremos los procesos establecidos. Como ha dicho el presidente (Jonathan): 'Si alguien se siente agraviado, que siga los procesos contemplados por la Constitución y las leyes electorales"'. "El proceso adecuado es ir a los tribunales", ha remachado.
RETORNO AL PODER DE BUHARI
De esta forma, Buhari ha conseguido, después de dos intentonas, volver a la Jefatura del Estado, que ya ocupó entre 1983 y 1985 tras dar un golpe de Estado, imponiendo un régimen castrense antes de ser derrocado por otro golpe militar.
Aunque el PDP ha estado gobernando Nigeria desde la salida de los uniformados del poder, en 1999, esta vez la nefasta trayectoria del Gobierno de Jonathan en los últimos dos años brindaba a Buhari la oportunidad que se le había negado anteriormente.
A favor de Buhari jugaba su experiencia como líder militar, en un momento de gran inestabilidad en Nigeria por el avance del grupo terrorista Boko Haram, que incluso ha obligado a intervenir a los países vecinos.
También estaba favorecido por la regla no escrita de que a un presidente cristiano, como Jonathan, debe seguir uno musulmán, como Buhari, para garantizar el equilibrio entre estas dos comunidades religiosas en las que se divide Nigeria.