MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Burkina Faso han convocado este viernes al embajador de Ghana en el país y ha llamado a consultas a su diplomático en Acra para protestar por unas declaraciones del presidente ghanés, Nana Akufo-Addo, en las que afirmó que el Grupo Wagner había desplegado mercenarios en el país africano tras un acuerdo con la junta militar.
El embajador de Ghana en Uagadugú, Boniface Gambila Adagbila, ha sido convocado para una "audiencia urgente" en la sede del Ministerio de Exteriores, que ha llamado a consultas al jefe de su legación en Acra, Pingrenoma Zagré, según ha recogido la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB.
Akufo-Addo afirmó el miércoles durante un encuentro con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken que "hay mercenarios rusos en la frontera norte (de Ghana) y agregó que "Burkina Faso ha alcanzado un acuerdo para unirse a Malí a la hora de emplear a fuerzas del Grupo Wagner".
"Creo que se les ha entregado una mina en el sur de Burkina Faso como forma de pago por sus servicios", afirmó, al tiempo que reseñó que el primer ministro burkinés, Appolinaire Joachim Kyelem de Tambela, realizó recientemente una visita a Moscú. "Que estén operando en nuestra frontera norte es algo particularmente preocupante para Ghana", zanjó.
El propio Kyelem de Tambela rechazó recientemente las críticas de París por una posible petición de ayuda a Rusia. "Los burkineses buscan un salvavidas para su país. Si este salvavidas debe venir de otro país que no sea Francia, ¿por qué no?, se preguntó, después de pedir a París apoyo para reforzar la lucha antiterrorista.
Malí alcanzó un acuerdo para el despliegue de mercenarios del Grupo Wagner, propiedad de un oligarca cercano al presidente ruso, Vladimir Putin, lo que desató críticas occidentales y derivó en un repliegue de tropas por parte de Francia y otros aliados. El Grupo Wagner ha desplegado también efectivos en Libia, República Centroafricana (RCA) y Sudán.
Burkina Faso, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.
La junta está ahora encabezada por Ibrahim Traoré, quien encabezó en septiembre una asonada que fue considerada un 'golpe palaciego' por parte de un sector enfrentado al hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba --quien ha huido a Togo--. Uagadugú ha apostado además por un posible acercamiento a Rusia, lo que ha desatado las críticas occidentales.
Los ataques, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a 'voluntarios' para que ayuden en la lucha antiterrorista.