UAGADUGÚ, 18 Ene. (Reuters/EP) -
Los gobiernos de Burkina Faso y Malí han acordado trabajar juntos para hacer frente a la creciente amenaza de los grupos islamistas armados en África Occidental, compartiendo información de Inteligencia y llevando a cabo operaciones conjuntas.
Los primeros ministros de ambos países se han reunido este domingo, dos días después de que miembros de Al Qaeda irrumpieran en un hotel de la capital de Burkina Faso, Uagadugú, y mataran a 28 personas e hirieran a otras 50.
La autoría del ataque ha sido reclamada por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que ya aseguró haber estado detrás de un asalto similar en noviembre de 2015 a un hotel de lujo de la capital de Malí, Bamako, que se saldó con 20 muertos.
Los detalles de la cooperación entre Burkina Faso y Malí no han sido desvelados, pero las patrullas conjuntas y la entrega de información de Inteligencia apuntan a un intento de hacer frente a esta amenaza.
Durante años, las milicias islamistas han usado el norte de Malí como su base, pero en el último año han perpetrado atentados en otras partes del país, lo que ha provocado la preocupación de Burkina Faso, que teme que la frontera se convierta en un punto de tránsito.
"Hay una forme voluntad política por parte de ambos estados para combinar nuestros esfuerzos en la lucha antiterrorista", ha dicho el primer ministro de Burkina Faso, Paul Kaba Thieba.
Thieba y su homólogo maliense, Modibo Keita, han visitado durante la jornada el hotel Splendid, objetivo del ataque, en medio de un gran dispositivo de seguridad. Funcionarios burkineses y franceses se han hecho cargo de la investigación.