MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades sanitarias de Burundi han dado comienzo este lunes al plan de vacunación contra la COVID-19, uno de los últimos países del mundo en comenzar a administrar el inmunizador contra la enfermedad.
La inyección es voluntaria para los burundeses y, según han relatado testigos a la cadena BBC, la afluencia para recibir la vacuna es "relativamente baja" en la capital, Buyumbura.
Burundi recibió 500.000 dosis de la vacuna contra la COVID-19 de Sinopharm la semana pasada. Al recibirlas, el ministro de Salud, Thaddée Ndikumana, señaló que los trabajadores sanitarios y las personas mayores tendrían prioridad para recibirla.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó la semana pasada que Burundi, Eritrea y Corea del Norte eran los únicos países del mundo que no habían comenzado a aplicar la vacuna contra la COVID-19. Ndikumana precisó en marzo que Burundi "prefería esperar" a usar vacunas "experimentales".
Según los datos de la OMS, las autoridades sanitarias burundesas han confirmado unos 19.550 casos, incluidas 14 muertes a causa de la COVID-19, aunque la ciudadanía de Burundi se muestra escéptica ante estas cifras.