Burundi denuncia una "agresión política y diplomática" de cara a las elecciones de 2020

El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, ha alertado de la amenaza islamista procedente de Somalia en su primera aparición pública en Buyumbura desde el fallido golpe de Estado del pasado 13 de mayo.
El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, ha alertado de la amenaza islamista procedente de Somalia en su primera aparición pública en Buyumbura desde el fallido golpe de Estado del pasado 13 de mayo. - GORAN TOMASEVIC / REUTERS - Archivo
Publicado: lunes, 30 septiembre 2019 17:15

Recalca que la situación en el país "no supone amenaza alguna a la paz y la seguridad internacional"

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Exteriores de Burundi, Ezechiel Nibigira, ha denunciado este lunes la "agresión política y diplomática" contra el país de cara a la celebración de elecciones en 2020 y ha pedido que "no se trate como a niños" a los habitantes del país.

"Es momento de que los actores extranjeros dejen de tratar como a niños a los burundeses (...) El pueblo burundés es suficientemente maduro como para ocuparse de sus asuntos sin interferencias extranjeras", ha dicho durante su discurso ante la 74 Asamblea General de Naciones Unidas.

Nibigira, que ha centrado gran parte de su discurso en defender las políticas del Gobierno pese a las denuncias internacionales por la represión política desde 2015, ha manifestado que "la diplomacia de los músculos debe ceder su lugar a la cooperación mutuamente beneficiosa y respetuosa".

El país africano está envuelto en una crisis política desde que el presidente, Pierre Nkurunziza, decidiera en 2015 presentarse a un controvertido tercer mandato, algo que la oposición criticó como inconstitucional.

La oposición aseguró que su reelección violaba los términos del acuerdo de paz que se firmó en 2005 tras doce años de guerra civil. Este acuerdo de paz incluía reformas en el Ejército, que fue absorbido por los rebeldes, de mayoría hutu, y que había sido dirigido por la minoría tutsi.

"Somos conscientes de que el complot de 2015 no está muerto y enterrado. Algunos buscan hacerlo resucitar por medios disimulados difíciles de detectar a primera vista, pero que no escapan a la vigilancia del pueblo burundés", ha manifestado.

Así, Nibigira ha argüido que "la cabezonería de algunos de salir de la lógica neocolonial les lleva a comportarse como donantes de lecciones, más de medio siglo después del acceso a la independencia de la práctica totalidad de los países africanos".

Por ello, ha reiterado que no hay motivos que justifiquen las reuniones internacionales para abordar la situación en Burundi y ha dicho que "la situación política y de seguridad actual no suponen amenaza alguna a la paz y la seguridad internacional".

"La organización de una catarata de reuniones sobre Burundi que no están motivadas por la realidad sobre el terreno constituye un factor de desestabilización, en lugar de favorecer la paz y la tranquilidad, ha dicho, antes de agregar que "el precioso tiempo dedicado a Burundi podría ser destinado a otras zonas de tensión, que son legión".

El ministro ha puntualizado además que los preparativos de cara al ciclo electoral que vivirá el país en 2020 --cuando se celebrarán presidenciales, parlamentarias, comunales y locales-- están "muy avanzados".

"Los mecanismos nacionales para la preparación de las elecciones están ya en su lugar, mientras que los gestos de apaciguamiento que favorecen un clima propicio para unas elecciones libres, transparentes y tranquilas no dejan de multiplicarse", ha defendido.

DESTACA QUE NKURUNZIZA NO SERÁ CANDIDATO

En este contexto, ha recalcado que la decisión de Nkurunziza de no presentarse a los comicios --tal y como ha trasladado a la ONU-- es "un gesto de alto valor político y democrático que podría servir de ejemplo a todo el continente y más allá".

Nibigira ha hecho además hincapié en que en el país "se ha aumentado el espacio político" y "el diálogo entre los partidos políticos" existe "en un espíritu de apertura y tolerancia política".

"Los ciudadanos de Burundi disfrutan de sus derechos civiles y políticos con toda tranquilidad", ha señalado, al tiempo que ha reiterado que los procesos electorales "son un asunto interno que depende exclusivamente de la soberanía popular".

"Todo acompañamiento a este proceso debe tener lugar bajo demanda del Gobierno de Burundi, según los principios de la ONU", ha dicho el ministro, quien ha advertido de que cualquier actuación en otro sentido "sería un atentado contra la soberanía nacional".

Por último, ha argüido que el "retorno masivo y voluntario" de más de 77.000 refugiados desde los países vecinos --personas que huyeron de Burundi a raíz de la crisis de 2015-- es "una prueba evidente del retorno a la paz, la tranquilidad, la confianza y la estabilidad en el país".

LAS DENUNCIAS CONTRA EL GOBIERNO

Las palabras de Nibigira han llegado cerca de una semana después de que varias iglesias de Burundi leyeran un mensaje de la Conferencia de Obispos Católicos de Burundi, que denunció al partido gubernamental de llevar a cabo una campaña de persecución contra la oposición.

"En la mayoría de los casos, la Justicia parece estar arrastrando los pies para castigar a los culpables", sostuvo la Conferencia, tal y como recogió el portal local de noticias Iwacu.

Por último, afirmó que el nivel de pobreza que afecta al país es un obstáculo para el desarrollo correcto de las elecciones de 2020, ya que la población es más "vulnerable" y "fácilmente manipulable" dada su situación.

En respuesta, el portavoz de la Presidencia burundesa, Willy Nyamitwe, la expulsión del sacerdocio de estas personas y dijo que "ciertos obispos deberían ser expulsados del sacerdocio" por "expulsar el veneno del odio a través de mensajes incendiarios".

Apenas una semana antes, una comisión de investigación de Naciones Unidas afirmó que Nkurunziza es personalmente responsable de graves violaciones de los Derechos Humanos en el país africano.

"Podemos confirmar que las violaciones graves de los Derechos Humanos han continuado desde mayo de 2018", dijo, antes de agregar que entre las mismas figuran "ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, arrestos y detenciones arbitrarias, actos de tortura y violencia sexual".

La misión detalló que "hay motivos razonables para creer que algunas de estas violaciones constituyen crímenes contra la Humanidad, tal y como son definidos por el Estatuto de Roma" y apuntó directamente a Nkurunziza.

Por otra parte, denunció un deterioro de las libertades civiles, algo que describió como "preocupante" en el contexto preelectoral en el que se encuentra Burundi.

"En general, cualquier afirmación que contradiga la propaganda oficial del Gobierno y del (gubernamental Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia-Fuerzas para la Defensa) CNDD-FDD (...) ha sido descrito sistemáticamente como un intento de desestabilizar el país o como un ataque contra la soberanía nacional", zanjó.

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