MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Burundi puso en marcha el lunes una campaña de pruebas de coronavirus en la antigua capital, Buyumbura, en el marco del cambio de estrategia adoptado por el nuevo presidente del país, Evariste Nsayishimiye, quien recientemente dijo que la pandemia es "un enemigo".
Según las informaciones recogidas por el diario independiente burundés 'Iwacu', el inicio de la campaña contó con una importante afluencia de personas que acudieron a hacerse la prueba en varios centros, entre ellos la Escuela Técnica Superior de Kamenge.
Uno de los hombres que acudió a realizarse la prueba relató que lo hizo "tras el llamamiento del Ministerio de Sanidad" a favor de participar en este proceso. "Esto me permitirá saber mi estado de salud", argumentó.
El ministro de Sanidad burundés, Thaddée Ndikumana, ha aplaudido la respuesta y se ha mostrado "agradablemente sorprendido por la respuesta de la población" y ha destacado que se realizaron cerca del doble de las pruebas previstas durante la jornada.
Asimismo, ha recordado que el tratamiento para todas aquellas personas que den positivo en estas pruebas "es gratuito" y ha agregado que las autoridades han puesto en marcha "un sistema de detección, tratamiento y aislamiento".
"Si el diagnóstico es precoz, el tratamiento es fácil y la recuperación es espontánea", ha defendido Ndikumana, quien ha dado además las gracias a los socios que han dado apoyo técnico y financiero para que las autoridades pusieran en marcha esta campaña.
El Gobierno, que ha cifrado hasta la fecha en 191 los casos de coronavirus, con un único fallecido, espera realizar estas pruebas durante un periodo de tres meses.
Ndayishimiye anunció a finales de junio el lanzamiento de una campaña que tendrá como lema 'Cuidarse, no contagiarse y no propagar' que incluye una reducción del 50 por ciento del precio del jabón para hacerlo más accesible y garantizar que la población tiene facilidades para mantener una higiene adecuada ante el peligro del coronavirus.
El presidente manifestó además que las autoridades desplegarán en todas las provincias un equipo para realizar pruebas gratuitas a los casos sospechosos y sostuvo que "toda persona que se niegue a someterse a las pruebas será considerada como una que está a favor de propagar el virus y no será tratada de forma distinta a un brujo".
Las palabras de Ndayishimiye contrastaron con la de su predecesor, Pierre Nkurunziza, a quien ha sucedido tras el fallecimiento repentino del mandatario a principios de junio a causa de un infarto, según la versión del Gobierno.
Nkurunziza había abogado por "reunirse sin mascarillas" argumentando que "Dios purifica el aire del país" y se mostró contrario a aplazar las elecciones presidenciales, parlamentarias y locales celebradas a finales de mayo, en las que se impuso Ndayishimiye.
El Gobierno de Burundi declaró además 'persona non grata' al jefe de la delegación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros tres integrantes de la misma y les ordenó abandonar el país poco antes de la votación, sin dar explicaciones al respecto.
Desde entonces, las autoridades han dejado de publicar datos sobre la pandemia, si bien médicos de Burundi alertaron a mediados de mayo de la existencia de una cadena de contagios "oculta y descontrolada" en el país que las autoridades habrían intentado esconder para no obstaculizar el proceso electoral.