La oposición advierte de una maniobra para preservar el sistema político más allá del mandatario El presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, dimitirá "antes del 28 de abril", cuando expira su cuarto mandato, según ha anunciado este lunes la Presidencia, tras semanas de protestas primero contra la candidatura a un quinto mandato del dirigente y luego contra su decisión de aplazar las presidenciales y seguir en el cargo. Según el comunicado de la Presidencia recogido por la agencia oficial APS, antes de dejar el cargo Buteflika, de 82 años y un con un delicado estado de salud, adoptará antes de dejar el poder "medidas importantes para garantizar la continuidad del funcionamiento de las instituciones del Estado durante el periodo de transición". Al nombramiento este domingo del nuevo Gobierno, seguirán "importantes decisiones que adoptará, conforme a las disposiciones constitucionales" para garantizar la continuidad del funcionamiento de las instituciones "durante el periodo de transición que se abrirá a la fecha en que decida su dimisión", ha añadido la Presidencia. "Dicha dimisión del presidente de la república se producirá antes del 28 de abril, fecha del fin de su mandato electivo", ha aclarado la Presidencia, después de que en las últimas horas se hubiera rumoreado que el mandatario podría anunciar su dimisión de forma inminente. En respuesta a este anuncio, el partido islamista moderado Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP) ha expresado su recelo porque esta dimisión podría "transformarse en conspiración" contra las protestas y para salvar el "sistema". "La dimisión del presidente y la vacante de este puesto sin que haya reformas pueden convertirse en una conspiración contra el movimiento popular", han advertido los islamistas, según recoge el portal de noticias TSA. "Pretenden simplemente mantener el sistema político con todas las desviaciones que nos han llevado a la mala situación actual sin ninguna posibilidad seria de cambio", ha añadido. Igualmente han expresado su rechazo al gobierno provisional anunciado este domingo por Buteflika, que consideran que "no representa al pueblo argelino". "Es un desprecio por el pueblo argelino, un insulto a su dignidad y un desprecio a su aspiración pacífica que sorprendió al mundo", ha argumentado el grupo islamista. Este lunes se han repetido las manifestaciones y movilizaciones masivas contra Buteflika y contra el Gobierno interino. Los manifestantes han criticado en sus pancartas que este nuevo Ejecutivo supone "un revés para las demandas populares". Este mismo lunes hasta doce sindicatos han convocado una nueva huelga general para el próximo 10 de abril con una manifestación en Argel para protestar contra Buteflika y el nuevo gobierno interino, según recoge el portal de noticias argelino TSA. Hasta seis de los miembros del anterior Gobierno se mantienen en el nuevo Ejecutivo, integrado por 27 carteras, y está liderado por el primer ministro, Nuredín Bedui, y Gaed Salá, jefe del Estado Mayor del Ejército, conserva la cartera de viceministro de Defensa, ya que la de ministro de Defensa se la reserva para sí Buteflika una vez más. El opositor Partido de los Trabajadores (PT) ha criticado el nuevo Gobierno por ser "una nueva cara de un viejo Gobierno". "No está claro con qué criterio han sido elegidas estas figuras", ha argumentado el PT, que considera que busca "la continuidad del régimen y el represivo sistema presidencial rechazado por la gran mayoría". El ex primer ministro Alí Benflis, ahora en la oposición, también ha criticado el nombramiento del nuevo Gobierno, "una práctica autoritaria que provoca a la gente". Bedui, hasta entonces ministro de Interior, fue nombrado primer ministro el pasado 11 de marzo para liderar una transición prometida por Buteflika en un histórico documento de ese mismo día en el que además anunciaba su renuncia a presentarse a un nuevo mandato, el quinto, y el aplazamiento de las elecciones presidenciales previstas para el 18 de abril con vistas a iniciar un proceso constituyente de reforma política. Estas promesas pretenden ser una respuesta a las masivas movilizaciones populares contra Buteflika, quien a sus 82 años tiene un delicado estado de salud y desde hace meses se cuestiona su capacidad para gobernar.