En los últimos 13 años casi 32.000 menores han muerto de forma violenta en el país
MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Red Coordinadora de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden) ha informado que entre enero y julio de 2023 han muerto de forma violenta 429 menores en Honduras, lo que se traduce en dos menores fallecidos cada día.
Esto significa 64 muertes más que en el mismo período del año anterior, por lo que han crecido en un 15 por ciento, según ha recogido el periódico digital 'Proceso Digital'.
Otro estudio realizado por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) ha revelado que en los últimos 13 años la violencia ha arrebatado la vida a casi 32.000 jóvenes y que el 95 por ciento de estos casos continúan en la impunidad.
Por esta razón, la titular del Conadeh, Blanca Izaguirre, ha cuestionado "la deficiente atención que el Estado ha brindado a la niñez y la juventud, en las últimas décadas, lo que ha generado, en los jóvenes, un marco de pobreza, carente de oportunidades que les permita dignificarse a través del respeto y de una realización propia".
Ha explicado que la forma de acabar con esta siutación es con "el desarrollo de políticas de prevención de la delincuencia juvenil en lugar de políticas represivas así como, enfrentar el desafío de contribuir a poner fin a la pobreza, las desigualdades y las diversas manifestaciones de violencia de la que está siendo víctima la niñez y la juventud".
El Conadeh también ha revelado que en la mayoría de casos el agresor forma parte del núcleo familiar, en concreto un 40 por ciento de los denunciados, frente al 21 por ciento que son desconocidos y el 14 por ciento por parte de grupos criminales.
Entre el 2022 y mayo del 2023, esta organización atendió 80 denuncias por violaciones a la integridad física contra menores de 18 años. De todas ellas, en el 73 por ciento de los casos, las principales víctimas eran niñas.
En el 65 por ciento de los casos las víctimas denunciaron ser objeto de abuso sexual, en un 24 por ciento de amenazas a muerte y en un once por ciento de maltrato físico.