La ONG lamenta que los niños "han sufrido de forma inimaginable" y alerta de que "la situación ha llegado a un punto de ebullición"
MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más de diez millones de niños sudaneses, lo que equivale a uno de cada dos, han estado en zonas de guerra activa y a menos de cinco kilómetros de los puntos de enfrentamientos desatados hace cerca de un año entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), según ha denunciado este miércoles Save the Children.
Un análisis realizado por Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED) junto a Save the Children refleja que esta cifra supone un aumento del 60 por ciento con respecto a los 6,6 millones de niños que estuvieron en esa situación en el primer mes guerra, lo que revela la expansión del conflicto en el país.
Así, refleja que al menos cinco millones de niños han estado expuestos de manera repetida a batallas, bombardeos y ataques con explosivos y misiles, al tiempo que destaca que la mayoría de los incidentes violentos han tenido lugar en las ciudades más pobladas del país.
El director de Save the Children en Sudán, Arif Noor, ha sostenido que estos resultados muestran lo peligrosamente cerca de la muerte que han estado tantos niños y niñas en Sudán durante el último año de guerra".
"Los niños y niñas de Sudán han sufrido de forma inimaginable: han visto matanzas, masacres, calles llenas de balas, cadáveres y casas bombardeadas, mientras viven con el miedo demasiado real de que ellos mismos puedan ser asesinados, heridos, reclutados para luchar o sometidos a violencia sexual", ha explicado.
De esta forma, Noor ha afirmado que "la situación ha llegado a un punto de ebullición" y ha reseñado que "millones de niños más no tienen acceso a una alimentación adecuada, 3,8 millones están desnutridos y otros miles corren el riesgo de morir de enfermedades, ya que el sistema sanitario del país está prácticamente colapsado".
"Ni un solo niño o niña ha podido ir a la escuela en el último año. Ningún niño debería pasar por lo que están pasando los sudaneses", ha dicho, antes de alertado de que es posible que "230.000 niños, niñas y madres primerizas puedan morir de hambre si no se toman medidas urgentes".
Jouman, de 16 años y refugiada en El Cairo tras huir en noviembre junto a su familia, relata que "los combates fueron muy duros". "Nunca imaginamos que huiríamos de Sudán", dice la adolescente, que estudia en una escuela para refugiados sudaneses apoyada por Save the Children con recursos y materiales didácticos.
En este sentido, expresa su deseo de regresar a Sudán, donde quiere ser médica. "Tuve días buenos en Sudán. Iba a la escuela, luego volvía a casa y pasaba tiempo con la familia y (cuando estaba con mi amiga), nos divertíamos y estudiábamos".
"MEJORAR EL ACCESO HUMANITARIO"
Por ello, la ONG ha reclamado a los líderes internacionales que se reunirán la semana que viene en la capital de Francia, París, para abordar el conflicto en el país africano "deben hacer todo lo que esté en su mano para mejorar el acceso humanitario, proteger a los niños y niñas y evitar la hambruna".
La organización ha resaltado además que "deben aumentar urgentemente la financiación, ya que la respuesta humanitaria internacional sigue careciendo del 95 por ciento de los fondos", dado que la respuesta de Naciones Unidas cuenta hasta ahora con un déficit de más de 2.500 millones de dólares (cerca de 2.300 millones de euros).
La cumbre será organizada el 15 de abril por la Unión Europea (UE), Francia y Alemania para responder a la grave crisis humanitaria en Sudán, con el principal objetivo de obtener financiación para cubrir la respuesta y lograr que el Ejército y las RSF se comprometan a permitir el acceso humanitario a la población.
La guerra entre el Ejército sudanés y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, en un golpe de Estado militar.
El conflicto ha dejado más de seis millones de desplazados internos --que se suman a los cerca de tres millones de desplazados previos-- y ha empujado a más de 1,7 millones de personas a cruzar hacia países vecinos. Además, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó en marzo de que la guerra podría convertirse "en la mayor crisis de hambre en el mundo", tras ser ya la mayor crisis de desplazamiento a nivel mundial.