HELSINKI, 22 Dic. (Reuters/EP) -
El apoyo de los finlandeses para permanecer en el euro ha caído debido a los problemas económicos persistentes en el país nórdico, según un sondeo de opinión realizado por la emisora pública YLE.
A pesar de la recuperación en la zona euro, Finlandia ha sufrido tres años de contracción económica y algunos finlandeses creen que la perspectiva mejoraría si vuelven al marco finlandés.
La encuesta de YLE, que ha entrevistado a 1.000 finlandeses, muestra que el 54 por ciento quiere permanecer en la zona euro mientras que el 31 por ciento quiere salir de ella. A la pregunta de si a Finlandia le iría mejor fuera de la zona euro, un 44 por ciento respondió que si.
Los resultados contrastan con un sondeo similar que hizo YLE en 2011, cuando el 72 por ciento estaba a favor de ser miembro y el 19 por ciento en contra.
El mes pasado, una encuesta del Eurobarómetro mostraba que un 64 por ciento de los finlandeses respaldaba el euro frente al 69 por ciento del año anterior.
El Parlamento de Finlandia debatirá en 2016 si dejar el euro, debido a una petición ciudadana que ha superado las 50.000 firmas necesarias para forzar un debate.
Finlandia era conocida por su política fiscal prudente y sus innovaciones tecnológicas, pero sus índices actuales son los peores de la zona euro a excepción de Grecia.
La Comisión Europea espera que la economía finlandesa experimente un crecimiento del 0,3 por ciento este año y de un 0,7 por ciento en 2016, unas cifras que le sitúan como uno de los países con menor crecimiento de la zona euro, superado únicamente por Grecia.
Los euroescépticos finlandeses, que ponen como ejemplo a Suecia, país vecino y sin euro, aseguran que la vuelta al marco ayudaría a su economía, ya que permitiría devaluarlo frente al euro y hacer las exportaciones más baratas.
El Gobierno de centro derecha, que incluye al partido euroescéptico Verdaderos Finlandeses, está luchando para equilibrar las finanzas públicas y mejorar la competitividad de las exportaciones mediante una "devaluación interna", que incluye recortes a las vacaciones de los trabajadores y otros beneficios, medidas a las que se oponen los sindicatos.