MADRID 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este viernes de que las altas temperaturas del verano, el hacinamiento y el deterioro de las condiciones higiénicas son "las nuevas amenazas" a las que se enfrentan unos cuatro millones de niños sirios.
"Sin suficiente agua potable y saneamiento, aumenta la probabilidad de que los niños que se encuentran en Siria, y los que viven como refugiados en la región, enfermen de diarrea y de otras enfermedades", ha declarado la directora regional de UNICEF para Oriente Próximo y África del Norte, María Calivis.
De acuerdo con un comunicado divulgado por la agencia de la ONU, en Siria, sólo tiene acceso a agua potable "una tercera parte de la población que lo tenía antes de la crisis". En campos de refugiados como el de Domiz, en Irak, con capacidad para 25.000 personas aunque acoge el doble, "las condiciones son también malas".
Aparte, en el campo de Zaatari, en Jordania, las organizaciones de ayuda humanitaria tratan de satisfacer las necesidades del segundo campamento de refugiados del mundo, el cual acoge a unas 120.000 personas. De acuerdo con UNICEF, se están rehabilitando "las infraestructuras de suministro de agua y las redes de distribución de las ciudades cercanas"
Asimismo, tanto la agencia de la ONU como sus aliados están instalando "las infraestructuras necesarias" para garantizar agua en el nuevo campo de refugiados en Azraq (Jordania). No obstante, Calivis ha subrayado que "el suministro de agua, saneamiento e higiene a los afectados por la crisis es la partida más costosa y una de las que cuentan con menos fondos".
Según UNICEF, son necesarios más de 200 millones de dólares (151,45 millones de euros) para continuar sus programas de agua, saneamiento e higiene en Siria, Líbano, Jordania e Irak hasta finales de año. "Estamos a punto de llegar a mediados de año y todavía faltan 124 millones de dólares (93,87 millones de euros) para poder llegar al objetivo previsto", ha indicado el Fondo de Naciones Unidas.