TORONTO, 14 Ago. (REUTERS/EP) -
La escasez de alimentos global se reducirá tres veces más como resultado del cambio climático, por lo que la comunidad internacional necesitará estar preparada para responder al impacto de precios con el fin de prevenir disturbios civiles, ha informado este viernes una fuerza conjunta de Estados Unidos y Reino Unido.
La escasa producción de alimentos, el despunte de los precios y la volatilidad del mercado, lejos de mejorar, probablemente vuelvan a darse en 30 años en torno a 2014, ha asegurado el Grupo de Trabajo sobre el Clima Extremo y Seguridad Alimentaria.
La población mundial aumentará desde los 7.300 millones que viven hoy en el planeta hasta los 9.000 millones en 2050, con lo que la producción de alimentos necesitará incrementarse más de un 60 por ciento. Sin embargo, este propósito podría verse frustrado debido a las perturbaciones del mercado vinculadas al clima, lo que podría desembocar en disturbios civiles, ha explicado el grupo de trabajo.
"El clima está cambiando y se están registrando temperaturas extremas todo el tiempo", ha apuntado en un informe el representante especial del ministro para el Cambio Climático de Reino Unido, David King.
"Está aumentando el riesgo de que se produzca un incidente, y podría alcanzar una escala y una extensión sin precedentes", ha afirmado King. La globalización y las nuevas tecnologías han hecho que el sistema alimentario mundial sea más eficiente pero también menos resistente a los riesgos, ha señalado.
Entre los mayores peligros se encuentra el rápido aumento de los precios del petróleo que aumentará el de los alimentos, la reducción de capacidad de exportación de Brasil, de Estados Unidos o de la región del Mar Negro debido a la debilidad de las infraestructuras, y la posible depreciación del dólar haciendo que despunten los precios de las materias primas que están valoradas en esta moneda, ha comentado la organización.
Según los expertos, la producción mundial de alimentos probablemente reciba un gran impacto de las inclemencias extremas del tiempo en el norte y sur de América y en Asia, la cual produce la mayoría de los cuatro cultivos más importantes del mundo --maíz, soja, trigo y arroz.
LOS PAÍSES MÁS POBRES, LOS MÁS AFECTADOS
Pero tal sacudida en los precios probablemente afectará de manera más grave a algunos de los países más pobres del mundo como a los del África subsahariana, que dependen de la importación, advierte el informe.
"En un contexto de política frágil donde la gestión de la seguridad alimentaria (ya) es alta, los disturbios podrían volverse violentos o convertirse en conflictos", ha alertado el grupo de trabajo.
"Preocupa especialmente Oriente Próximo y la región del norte de África, dada su exposición a la volatilidad de los precios internacionales y el riesgo de inestabilidad, su vulnerabilidad para importar cuando se produce un trastorno y su potencial para interrumpir las exportaciones de energía", ha explicado.
Para aliviar el miedo de que se agrave la escasez alimenticia, el informe pide a los países que no impongan restricciones a las exportaciones en caso de mal tiempo, como hizo Rusia a raíz de una mala cosecha en 2010.
Los investigadores han advertido de que la agricultura necesita un cambio para responder al calentamiento global debido a que la demanda internacional crece más rápido que la producción agrícola, la cual se ve cada vez más dificultada por el cambio climático.
"Es necesario incrementar la productividad, la sostenibilidad y la resistencia para (enfrentarnos) al cambio climático. Esto requerirá una importante inversión tanto del sector público como privado, además de nuevas colaboraciones intersectoriales", ha concluido.