Kem Sokha, líder del Partido para el Rescate Nacional de Camboya.
REUTERS
Actualizado: lunes, 10 julio 2017 12:17


MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Asamblea Nacional de Camboya ha aprobado este lunes una reforma legislativa para prohibir la participación en la escena política de cualquier persona condenada por un delito, con el fin de bloquear a los rivales del primer ministro del país, Hun Sen, antes de las elecciones generales previstas para 2018, según ha informado el diario local 'The Phnom Penh Post'.

Estas enmiendas en la ley de partidos políticos conforman la segunda ronda de cambios de este año y afectan directamente al ex líder de la oposición Sam Rainsy, ya que prohíben que el Partido Nacional de Rescate de Camboya (CNRP) use su imagen en la campaña electoral. Una enmienda anterior obligó a Rainsy a dimitir como presidente del CNRP en febrero de 2017 para evitar la posible disolución de la formación meses antes de la elecciones municipales.

Las cambios legislativos han sido aprobados en la Asamblea Nacional con 66 votos a favor, a pesar del intento de boicot del CNRP, que tiene 55 escaños frente a los 68 del Partido del Pueblo Camboyano (CPP). La enmienda debe ser aprobada también por el Senado y el Consejo Constitucional, un proceso conocido como "el sello de caucho", tras lo cual solo resta la firma del rey.

El legislador Cheam Yeap ha dicho ante el Parlamento, antes de que se aprobaran los cambios, que "estas enmiendas están dirigidas a promover la ley y respetar fuertemente la democracia multipartidista". Por su parte, el CNRP ha dicho en comunicado que "la ley propuesta tiene motivaciones políticas y es una presión sobre los derechos individuales, el partido y los rivales".

La nueva ley prohíbe a los partidos "usar la voz, la imagen, los documentos escritos o las actividades de un criminal convicto para los intereses del partido" e impide "aceptar o conspirar con un criminal condenado para realizar actividades en interés del partido".

Actualmente Rainsy aparece, junto al actual presidente del CNRP, Kem Sokha, en miles de carteles del partido a lo largo de todo el país y participa regularmente en programas de televisión y otros eventos.

"LEY CONTRA SAM RAINSY"

Rainsy, que actualmente vive en Francia, en un exilio autoimpuesto, condenó este domingo los ultimos cambios legislativos a través de una red social, en la que dijo que se trataba de una "ley contra Sam Rainsy".

"Es realmente tonto por parte del primer ministro, Hun Sen, ordenar a sus hombres en la Asamblea Nacional que aprueben una 'ley' que sólo apunta a una persona", dijo Rainsy. "Ahora el público tiene claro que Hun Sen tiene miedo de mí, su mejor enemigo, ya que sólo mi nombre, mi foto, mi voz, mi sombra o cualquier representación de mí le causa insomnio", añadió.

"Sin embargo, me preocupa que mis colegas del CNRP, los críticos del Gobierno y los demócratas camboyanos se vean presionados por el Gobierno autoritario de la CPP para silenciarme", continuó Rainsy. "Pero me resistiré al chantaje y, al mismo tiempo, haré todo lo posible para asegurarme de que soy la única persona a la que culpan y quieren castigar", advirtió.

Los parlamentarios de la Asociación de Países del Sureste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés) han denunciado que el partido gobernante estaba expandiendo su hostilidad contra la oposición.

"Hun Sen ha propuesto estas enmiendas con el objetivo de eliminar a Sam Rainsy de la escena política", ha advertido un analista. Por su parte, el autor del libro 'La Camboya de Hun Sen', Sebastian Strangio, ha declarado que esta ley es "la forma del CPP de emplazar a Rainsy a un retiro prematuro". "Espero que continúe su campaña contra Hun Sen desde el extranjero", ha añadido Strangio.

ELECCIONES LIBRES Y JUSTAS

Por su parte, la organización Human Rights Watch (HRW) ha emplazado al Gobierno de Camboya a dar marcha atrás en las restricciones impuestas a los grupos de observación y monitoreo de las elecciones.

Según HRW, el Ministerio del Interior del país se puso en contacto con dos organizaciones de control electoral para que cesaran sus actividades, por estar supuestamente violando la ley que rige la actuación de las organizaciones no gubernamentales en el país.

"El Gobierno camboyano parece dispuesto a anular cualquier desafío a su control político, y obviamente no quiere ningún testigo", ha dicho el subdirector para Asia de Human Rights Watch, Phil Robertson, quien ha añadido que "los contribuyentes de Camboya deben pedir al Gobierno que rescinda estas órdenes y asegure el monitoreo independiente de las elecciones de 2018".

"La prohibición sobre el control de las elecciones a 40 grupos de la sociedad civil viola los derechos a la libertad de expresión y asociación recogido en el Derecho Internacional Penal para los Derechos Humanos", ha denunciado HRW.

Las elecciones camboyanas han estado marcadas durante décadas por la violencia y la represión empleadas por el CPP para mantenerse en el poder. El sistema electoral del país cuenta con un comité electoral políticamente sesgado, no tiene un mecanismo imparcial de resolución de disputas, las regulaciones electorales se hacen en beneficio del partido central y el acceso a los medios de comunicación es desigual, ha indicado HRW.

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