MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Camboya continúa este lunes avanzando en el plan de desescalada impuesto en febrero para contener el avance de la pandemia, mientras que las autoridades penitenciarias han alertado de nuevos brotes en algunas de las cárceles más masificadas del país.
"Estamos preocupados y debido a que la enfermedad se está propagando tan rápido, nos resulta difícil identificar la fuente. Es preocupante", ha reconocido el portavoz del Departamento de Prisiones del Ministerio del Interior, Nuth Savna.
La prisión a la que hace referencia Savna es el Centro Correccional Prey Sar 1, el más grande del país, situado en su capital, Nom Pen, en la que se ha registrado este fin de semana al menos una veintena de nuevos casos de coronavirus. Sus instalaciones, habilitadas para 10.000 presos, están un 500 por ciento por encima de su capacidad, según ha denunciado la ONG Amnistía Internacional.
Savna ha explicado que en durante los próximos veinte días ningún preso podrá asistir a las audiencias de los tribunales para rendir declaración como medida de prevención, al igual que no se permitirán las visitas y el personal de prisión no deberá tampoco dejar las instalaciones.
"Aquellos que vayan a recibir tratamiento en una clínica externa, no serán devueltos a su habitación original. Los ponemos en cuarentena durante 20 días, porque este virus tarda demasiado en mostrar síntomas", ha dicho en declaraciones al medio camboyano 'Voice of Democracy'.
Esta cárcel no es la única que preocupa a las autoridades, pues el centro penitenciario Preah Sihanouk, en el suroeste del país, ha presentado un nuevo brote con cientos de casos de coronavirus, según han alertado varias organizaciones de Derechos Humanos.
Mientras tanto, las autoridades estatales y locales continúan flexibilizando algunas de las medidas más duras que se impusieron durante el segundo brote de coronavirus que tuvo lugar el pasado mes de febrero, como la prohibición de la venta de alcohol y el toque de queda a partir de las 20.00.
En las últimas 24 horas, el Ministerio de Salud de Camboya ha informado de 556 nuevos casos, lo que coloca al país con un total de 25.761 contagios acumulados, así como 179 fallecidos a causa de la enfermedad.
Por su parte, el gobernador de Nom Pen, Juong Sreng, ha advertido a los ciudadanos de la capital de que las restricciones podrían volver a ponerse en marcha si continúan desobedeciendo las órdenes de salud pública, como el uso de la mascarilla o el distanciamiento social.
"Emitiré una orden para que todos los niveles de las autoridades hagan un seguimiento de los restaurantes o lugares de entretenimiento y se aseguren de que cumplan con las pautas del Ayuntamiento", ha dicho Sreng, según recoge el diario 'Jemer Times'.
"Si los dueños de estos restaurantes están implementando las medidas según las instrucciones, les permitiremos continuar con su negocio. Si algunos de ellos siguen siendo tercos y se niegan a seguir las pautas, emprenderemos acciones legales contra ellos de inmediato", ha alertado.