NOM PEN, 28 Ene. (Reuters/EP) -
Las autoridades camboyanas han renovado este lunes las dos órdenes de detención dictadas contra el dirigente opositor Sam Rainsy, exiliado en Francia, pese a las amenazas de retirada de privilegios comerciales planteadas por la UE.
Las órdenes de detención contra Rainsy dictadas en 2015 han sido publicadas este lunes de nuevo por el Gobierno a través de un canal de la aplicación de mensajería Telegram en el que participan funcionarios. El mensaje explica que Rainsy está acusado de difamación, falsificación de documentos públicos y fomento de la inestabilidad social.
Un portavoz del gobernante Partido del Pueblo de Camboya, Sok Eysan, ha advertido además de que alguien podría matar a Rainsi con la intención de incriminar al Gobierno si vuelve al país. "Si el convicto Sam Rainsi se atreve a pisar Camboya, puede que otra persona le mate e intente responsabilizar al Gobierno", ha argumentado Eysan.
Rainsy ha respondido reiterando su intención de regresar al país en algún momento de este año y ha asegurado que no le sorprende esta postura de las autoridades, que atribuyó al primer ministro, Hun Sen. "Haría cualquier cosa para evitar que regrese a Camboya porque tiene miedo a un alzamiento popular cuando vuelva, pero no me asusta", ha afirmado en declaraciones a Reuters y ha recordado que las imputaciones se deben exclusivamente a motivos políticos.
El Partido Nacional para el Rescate de Camboya fue ilegalizado por el Tribunal Supremo del país en 2017 y al año siguiente varios dirigentes de la formación fueron inhabilitados con vistas a las elecciones generales de julio de 2018, en las que el veterano Hun Sen se hizo con todos los escaños en juego.
En respuesta, la UE ha amenazado con suspender el acuerdo de libre comercio que elimina todos los aranceles excepto para el sector del armamento.