LONDRES, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro británico, David Cameron, llamó a la canciller de Alemania, Angela Merkel, los días previos al referéndum del 23 de junio para tratar de negociar 'in extremis' límites a la libertad de movimiento si Reino Unido seguía siendo miembro de la UE, según revela la cadena BBC.
Cameron, que dimitió tras la victoria del 'Brexit' en dicha consulta, se puso en contacto con Merkel temeroso de unos sondeos que finalmente se terminaron confirmando en las urnas. Le preguntó a la canciller alemana si estaba dispuesta a secundar junto a otros miembros algún tipo de concesión a Reino Unido en materia migratoria.
El plan de Cameron, descartado posteriormente por Downing Street, consistía en lograr un comunicado firmado por Merkel, por el presidente de Francia, François Hollande, y por los responsables de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, respectivamente, y que recogiese promesas de cambios futuros.
El 'premier' aspiraba así a repetir el giro que ya le salió bien en 2014, cuando unos compromisos de devolución de competencias a Escocia terminaron tumbando las aspiraciones independentistas en el referéndum. Entonces triunfó la opción defendida por el Gobierno central.
CUESTIÓN DE ENFOQUE
El principal analista de encuestas para la campaña Britain Stronger in Europe, Andrew Cooper, ha admitido en declaraciones a la BBC que los partidarios de la permanencia no lograron responder a las preocupaciones de la ciudadanía en materia migratoria, un tema que sí centro los mensajes de los partidarios del 'Brexit'.
Cooper, aliado de Cameron, ha explicado que ellos decidieron centrarse en la economía y aludir menos al "control de fronteras".
Una fuente de Downing Street ha compartido este análisis y ha resumido la decisión que tuvieron que tomar los británicos el pasado 23 de junio. "Fundamentalmente, se planteó a la población una pregunta: ¿estarías dispuesto a ser más pobre para controlar la inmigración?".