LONDRES 13 Oct. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, ha asegurado este martes que intervendrá en el caso de Karl Andree, un británico de 74 años condenado a 350 latigazos en Arabia Saudí por haber sido descubierto en posesión de vino casero, un castigo que, según su familia, podría acabar con su vida.
"Es un caso extremadamente preocupante", ha advertido una portavoz de Cameron, en declaraciones a la prensa. "Dadas las preocupaciones actuales y ya que nos gustaría ver más progresos, el primer ministro va a escribir este martes a los saudíes para tratar este caso", ha explicado.
La portavoz del 'premier' británico también ha asegurado que el Departamento de Justicia no entregará los 5,9 millones de libras esterlinas (7,9 millones de euros) que tenía previsto dar a Arabia Saudí para servicios penitenciarios, una donación que había sido criticada por diputados y organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.
Karl Andree fue condenado a doce meses de prisión en agosto de 2014 pero continúa en prisión a la espera de recibir su castigo por haber incumplido la legislación saudí, después de que la Policía encontrara vino en su coche, según ha contado su familia.
CONDENA A MUERTE
Simon, el hijo de Andree, ha afirmado que su padre, que ha trabajo en empresas petroleras de Arabia Saudí durante 25 años, ya ha cumplido su pena y que se ha arrepentido de lo ocurrido. Además, ha recordado que está delicado de salud, ya que ha sufrido cáncer en tres ocasiones y padece asma.
"Es un hombre viejo y frágil, me da miedo que esta sentencia sea en realidad una condena a muerte", ha dicho, en declaraciones a BBC Radio. "Esta es nuestra mayor preocupación, por lo que estamos intentando elevar el caso para conseguir que sea liberado", ha añadido.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido, que advierte en su página web sobre las duras penas por posesión de alcohol en Arabia Saudí, ha señalado que el personal de la Embajada en Riad comprobó la salud de Andree de forma regular.
La condena subraya las tensiones diplomáticas entre Arabia Saudí y Reino Unido por la cuestión de los Derechos Humanos. El caso de Andree llega una semana después de que Cameron instara a Arabia Saudí a no ejecutar a un musulmán chií por su participación en las protestas antigubernamentales.