Donald Trump y Joe Biden en el segundo debate presidencial - KEVIN DIETSCH - POOL VIA CNP / ZUMA PRESS / CONTAC
Los programas de ambos candidatos presentan diferencias claras en la lucha contra el cambio climático o la sanidad
MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
A medida que las elecciones presidenciales del 3 de noviembre se acercan, el tono entre ambos candidatos a presidente de Estados Unidos se endurece y ha sumido la campaña en una espiral de reproches que han dejado poco espacio a la política en el discurso público.
Si los casi cuatro años de legislatura de Trump han estado marcados por su polarizante personalidad, la campaña hacia su posible reelección no iba a ser menos y ha acabado convertida en un plebiscito entre quienes rechazan o apoyan al polémico empresario.
Ambos candidatos han dado algunos detalles de qué ocurrirá si ocupan los próximos cuatro años el Despacho Oval de la Casa Blanca, aunque el investigador senior de EsadeGeo, Enrique Rueda-Sabater, ha señalado que la primera gran diferencia está en cómo encararán el día a día de la presidencia.
"Trump tiene una mentalidad de suma cero: si yo gano, se lo tengo que quitar a alguien y yo creo que Biden viene de una tradición que piensa que es posible incrementar la tarta", ha explicado a Europa Press el analista.
ECONOMÍA
A comienzos de 2020, la economía estaba destinada a ser el gran caballo de batalla de Donald Trump en las elecciones, ya que el país gozaba de prácticamente pleno empleo y la bolsa estaba en máximos históricos. Sin embargo, la depresión global ocasionada por la pandemia truncó los planes del presidente estadounidense.
El mandatario ha desplegado un amplio abanico de promesas entre las que se encuentran la creación de 10 millones de empleos en diez meses y de un millón de nuevas pequeñas empresas. Para ello, ha prometido bajadas de impuestos y deducciones fiscales a las empresas que fabriquen en Estados Unidos.
El gran ausente del discurso de Trump es el cambio climático, que por el contrario, está en el centro del programa económico de Biden. Rueda-Sabater ha señalado que el principal reto del demócrata será conciliar los intereses de dos de sus principales apoyos: los sindicalistas y el ala más progresista del Partido Demócrata.
Biden ha prometido una transición ecológica para el país en la que se bonificarán la adquisición de vehículos eléctricos y las energías renovables y se invertirá en tecnologías como la captura de carbono con el objetivo de generar 10 millones de empleos 'verdes' y que el país tenga emisiones neutras de dióxido de carbono en 2050.
Además, el exvicepresidente ha incluido en su programa medidas sociales como una subida del salario mínimo a 15 dólares por hora (12,6 euros) a nivel federal y la mejora del seguro de desempleo, así como la cancelación o mejora de condiciones de los préstamos estudiantiles para acceder a la universidad.
SANIDAD Y PANDEMIA
Para Rueda-Sabater, la sanidad será un campo en que, en caso de ganar, Biden podrá tomar decisiones rápidas, ya que cuenta con apoyos para recuperar partes derogadas de la reforma sanitaria de Obama y el coronavirus "ha evidenciado las fallas" de la sanidad estadounidense.
Biden se ha mostrado muy crítico con la gestión de la pandemia de Trump, ya que Estados Unidos es el país con más casos y muertos del mundo, y ha prometido que si gana la presidencia creará un centro de mando sanitario federal, contratará a 100.000 rastreadores y garantizará que la población pueda hacerse pruebas de detección de coronavirus gratuitas.
En el caso de Trump, el analista ha señalado que lleva tres años y medio prometiendo una reforma sanitaria de la que nunca ha dado detalles. Tras confirmarse su positivo por coronavirus, el presidente prometió cheques de 200 dólares (168 euros) en medicamentos para ancianos.
En su programa, Trump contempla volver a la normalidad en 2021 y que se apruebe una vacuna en 2020 así como la creación de una reserva de medicamentos estratégicos.
LEY Y ORDEN
Tras la caída de la economía y las críticas por la pandemia, "la ley y el orden" se convirtieron en la nueva bandera electoral de Trump, alentada por los disturbios ocurridos durante las protestas por la igualdad racial motivados por la muerte bajo custodia policial del afroamericano George Floyd.
El candidato republicano ha puesto el foco en 'Antifa', el movimiento de extrema izquierda sin estructura definida al que ha dicho varias veces que pondrá en la lista de organizaciones terroristas del país.
Asimismo, ha prometido aumentar el sueldo de las fuerzas de seguridad, además de las penas contra quienes agredan a las fuerzas policiales.
Por su parte, Biden aboga por una reforma del sistema de seguridad y judicial estadounidense. Entre la amplia batería de medidas, que, aunque está influida por el movimiento 'Black Lives Matter', no incluye conceptos como el de retirar fondos a la policía, se encuentran propuestas orientadas a reducir la población carcelaria como la despenalización del consumo de algunas drogas o el fin de las prisiones privadas a nivel federal.
Asimismo, los demócratas han prometido una inversión de 1.000 millones de dólares anuales (844 millones de euros) para reformar la justicia juvenil y eliminar la pena de muerte a nivel federal.
Dentro de estas políticas, también se ha incluido la prohibición de la venta de armas por Internet y de la venta en general de todas las armas automáticas y cargadores de gran capacidad, junto a un programa de recompra gubernamental a los portadores de armas de este tipo para retirarlas de la calle. En oposición a estas promesas demócratas, Trump ha asegurado que su Gobierno no aplica restricciones.
POLÍTICA EXTERIOR
La política exterior es uno de los campos donde Rueda-Sabater ve notorias diferencias entre Trump y Biden. China se encuentra en el centro de las propuestas de Trump, ya que propone "hacerle rendir cuentas" por el coronavirus, así como no dar contratos federales a empresas que externalicen su producción en el país asiático.
Rueda-Sabater opina que la política comercial con China puede ser similar en el caso de Biden, ya que por ejemplo los sindicatos, uno de sus principales apoyos, son proteccionistas en muchos sectores, pero al menos cambiaría notablemente las formas.
"Vamos a ver bastante más cautela. La actitud de Biden no es de rompe y rasga (...) Fundamentalmente va a mandar un mensaje de cambio de actitud al mundo", ha subrayado el experto quien augura que, por el contrario, si Trump repitiera mandato, "dará rienda suelta a sus instintos (...) va a hacer lo que se le ocurra", ya que además no tendrá la presión de enfrentarse a una reelección.
Para este experto, Biden contará más con la Unión Europea a la hora de definir la política a seguir con China y Estados Unidos buscaría de nuevo convertirse un actor político importante en campos como la lucha contra el cambio climático. El candidato demócrata ya ha prometido que si vence Estados Unidos volverá al Acuerdo de París y ha puesto énfasis en la necesidad de que el país sea de nuevo "un líder" en la escena internacional.
El día 3 de noviembre se conocerá finalmente cuál de estas dos formas de planear el futuro del país tras la pandemia seduce más a los estadounidenses.